La Sala De Arte de una escuela está llena de todo tipo de pedazos y recortes de cartones y colores, tinturas y dibujos, papel y pinturas. Está también llena de pequeñas tentaciones. Fui una maestra de arte muy ocupada y tuve muchas oportunidades de hablar en mis clases acerca de la honradez. Consideraba que nunca se hablaba lo suficiente sobre el tema. Padres y maestros parecían suponer que los jóvenes comprendían claramente lo que significa ser honrado. Pero aceptaban y hasta esperaban que los jóvenes fueran deshonestos.
A menudo explicaba que todo lo que había en el salón de clase se tenía que adquirir con el presupuesto que se había asignado a mi departamento al principio del año. "!Pero no es dinero suyo!" decía la clase. "De modo que no importa si algo falta". Era obvio que el concepto de honradez que tenía mi clase no era muy claro que digamos.
Coincidentemente, el lema de nuestra escuela era "La Integridad". Les pregunté si sabían que esa palabra también significaba plenitud. ¿Puede uno ser completo si roba aunque sea un poco? ¿Puede uno confiar algo grande y valioso a quien roba cosas pequeñas?
Si uno considera la vida de Cristo Jesús, un hombre verdaderamente bueno, es obvio que su vida expresó mucho más que bondad humana. ¿Puede usted imaginar a Jesús robando? ¿Por qué no? El tenía necesidades como todos los demás. En la parábola del hijo pródigo se pone de manifiesto el hecho de que Jesús estaba totalmente consciente de que el hijo de Dios recibe todo lo que necesita de Dios. Cuando el hermano del hijo pródigo se sintió abandonado y malquerido, el padre le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas". Lucas 15:31.
Al estudiar referencias específicas sobre la honradez en los escritos de Mary Baker Eddy, encontré que a veces la palabra obediencia viene unida a ella. Esto me llevó a entender que la falta de honradez es la tentación a desobedecer el Octavo Mandamiento "No hurtarás". Éx. 20:15. Otra palabra interesante asociada con la honradez es deformidad. La Sra. Eddy dice: "No hay deformidad en la honradez, ni vulgaridad en la bondad".The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 121. ¿Deformaría la falta de honradez nuestro sentido de integridad y plenitud?
"Un poquito de falta de honradez" se presenta como algo demasiado insignificante como para tener importancia, pero la Biblia nos alerta aun contra esto. Habla de "las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas". Cant. 2:15. Los pequeños errores destruyen el fruto de la oración que hacemos por nuestro bienestar espiritual.
Como Científica Cristiana a menudo oré en silencio en mi clase, y hablé frecuentemente sobre la honradez. En una ocasión, compré treinta y seis pinceles pequeños y bastante caros para utilizar en clase. Mí primera clase esa mañana estuvo muy contenta, ya que los pinceles pequeños sirven muy bien para trazar las esquinas de las letras y hacer detalles muy destacados en las pinturas. Al momento de juntarlos había solo treinta pinceles. Comencé a hablar de la honradez, pensando en particular en la declaración en Ciencia y Salud de la Sra. Eddy: "La honradez es poder espiritual. La falta de honradez es debilidad humana, que pierde el derecho a la ayuda divina".Ciencia y Salud, pág. 453. Y supe que ninguno de estos jóvenes estaba fuera de la ayuda divina. En realidad, todos eran los bienamados hijos de Dios.
Trabajé en dos niveles, mis oraciones personales y las palabras a mi clase, que a su vez eran alimentadas por mis oraciones. Reflexioné acerca del poder espiritual que tiene la honradez, y hablé en voz alta a la clase acerca de que la honradez es una cualidad que es fácil de aplicar. Sin honradez todas las cualidades y los talentos que son de utilidad a una empresa serían socavados. ¡Sería como tener termitas en una casa de madera! La casa quedaría en pie por un tiempo pero llegaría un momento que se derrumbaría.
Bueno, la falta de honradez y la tentación rondaron en el salón como "pequeñas zorras" casi hasta el fin de la clase. Pero finalmente los treinta y seis pinceles estuvieron en mis manos, y todos sonreíamos al salir. Un joven muy perceptivo se retrasó a propósito, me guiñó un ojo, y me dijo: "Su sermón fue muy eficaz, Sra. Wilson. ¡Todos aprendimos algo!"
El hombre creado por Dios es totalmente espiritual, completamente bueno. La deshonestidad nunca ha formado parte de su carácter. Como la imagen, el reflejo de Dios, él tiene todo lo que Dios tiene, y no hay nada más. Esta es la actitud que cada uno de nosotros puede tomar cuando nos vemos enfrentados al robo y a la falta de honradez.
El ladrón, cualquiera sea su robo, está expresando el punto de vista de la mente mortal, una aberración de la verdadera imagen creada por Dios. Es por eso que cuando ocurre algún tipo de robo, no debemos enojarnos, ni sentirnos víctimas, ni permitir que nos invada el temor. El único poder que tienen estas condiciones es el que les damos cuando aceptamos la creencia de que podemos estar separados de Dios, del bien. En la medida que nos adherimos con firmeza a los hechos divinos, encontramos que los asuntos humanos se ajustan, se ponen en armonía con el orden divino. He aquí un ejemplo.
Cuando alguien forzó y robó cosas del automóvil de miembros de nuestra familia, todos comenzamos a orar individualmente para ver la naturaleza inviolable del hombre de Dios. Hasta nuestro nieto de tres años "escribió" algo en pedazos de papel y le preguntó a su madre si lo podía dejar en el tablero del coche. Cuando ella le preguntó qué había escrito, él dijo las palabras verdad y honradez. "Déjalas allí" le dijo, "y el hombre no entrará más al coche".
Su madre contó que dejó las pequeñas notas allí porque le recordaban que debía aferrarse a la presencia de Dios, la Verdad, y a la realidad de Su justicia. Las inocentes palabras del niño me recordaron a mí también que debía rechazar todo reclamo falso de que el hombre es deshonesto. No nos sorprendió que en pocas semanas las pertenencias fueran restituidas no solo a nuestra familia sino a muchas otras, dado que la policía había logrado desbaratar una organización criminal.
Jesús describió al mal sin ambigüedad. El lo llamó "mentiroso, y padre de mentira"; Juan 8:44. literalmente una no-verdad y padre de una no-verdad. Los Científicos Cristianos siguen a Jesús en todo y mantienen la mentira — la deshonestidad — donde pertenece, como una no-verdad. El hombre de Dios naturalmente manifiesta la verdad, porque su Padre es la Verdad.
Gracia y paz os sean multiplicadas,
en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y
a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó
por su gloria y excelencia, vosotros también,
poniendo toda diligencia por esto mismo,
añadid a vuestra fe, virtud;
a la virtud, conocimiento;
al conocimiento, dominio propio;
al dominio propio, paciencia;
a la paciencia, piedad;
a la piedad, afecto fraternal;
y al afecto fraternal, amor.
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan,
no os dejarán estar ociosos ni sin fruto
en cuanto al conocimiento
de nuestro Señor Jesucristo.
2 Pedro 1:2, 3, 5–8