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De la Oficina de la Editora de los Escritos de Mary Baker Eddy

En respuesta a la demanda

Del número de junio de 1996 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“... la demanda de este libro aumenta constantemente”.1 Esta declaración de Mary Baker Eddy se refiere a su libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. La Sra. Eddy habla de una demanda que no dejará de aumentar, porque no se trata de una demanda en el sentido usual de desear un producto. ¿Acaso no es la demanda de Ciencia y Salud sinónimo del deseo que tiene la humanidad de recibir al Consolador, por “el Espíritu de verdad”, o Ciencia Divina, que Jesús demostró y prometió?

Muchos de ustedes ya conocen el poder transformador de la Verdad por su propia experiencia. Ya sea que uno sea nuevo en la práctica de la Ciencia Cristiana o “experimentado”, se siente mucha alegría cuando se encuentran oportunidades de compartir Ciencia y Salud, y enterarse de las experiencias que han tenido otras personas como resultado de haber recibido el libro. Un lector de Ciencia y Salud cuenta esta historia:

Rumania

“En 1991, gracias a una visitante, mi esposa y yo descubrimos la Ciencia Cristiana. Ella nos regaló el maravilloso libro Ciencia y Salud de la Sra. Eddy. Durante el invierno de 1992, tuve muchas dificultades. Además de mi trabajo principal en la fábrica, que no pagaba mucho, acepté un trabajo de noche como velador. Pero me cansaba tanto y tenía tanto frío, que al mes yo ya quería dejar ese empleo. A fin de olvidar estas dificultades siempre llevaba un libro... Una noche, finalmente, llevé conmigo un libro diferente, Ciencia y Salud. Yo había tenido un día muy difícil en el trabajo... hacía mucho frío... Pensé que no iba a poder leer mucho de ese libro tan grueso.

“Sin embargo, las cosas resultaron muy diferentes. Leí hasta la mañana sin cansarme ni sentir frío... Fue como si hubiera abierto mis ojos otra vez, y vi todo desde un punto de vista completamente nuevo. Desde entonces he tenido muchas otras oportunidades de probar esta Ciencia, pero la primera sigue siendo la más linda porque simboliza la línea de demarcación entre mi vieja y mi nueva comprensión de la vida. A pesar de todos los problemas económicos que existen actualmente, mi esposa y yo ahora sentimos que somos libres y felices”.

La Oficina de la Editora sintió mucha satisfacción al leer los relatos que ha recibido, contando de personas que se han apoyado toda la vida en el cuidado de Dios, y de las curaciones que tuvieron personas que han leído el libro por primera vez, tal como el relato que sigue a continuación:

Cuba

“Cuando yo era adolescente no encontraba lo que necesitaba en la iglesia a la que asistía mi familia, de modo que dejé de asistir. No encontré a Dios por mucho tiempo. Durante esa época, viví muy preocupado, puesto que tuve una alteración nerviosa y hasta fui hospitalizado. Estaba atado a las medicinas, y tomaba de seis a ocho pastillas por día. En ese tiempo, un pariente lejano me prestó un ejemplar de Ciencia y Salud. A medida que leía comencé a cambiar lentamente, hasta que un día me encontré en la iglesia de la Ciencia Cristiana un miércoles por la noche, dando testimonio de mi completa curación”.

Tal vez nos preguntemos: ¿Estamos escuchando con detenimiento los sonidos del anhelo espiritual que tiene la humanidad? Veamos a nuestro alrededor. Escuchemos. El corazón humano está hablando a nuestro alrededor. Escucharemos de quienes anhelan tener un trabajo satisfactorio, y dignidad, seguridad contra el crimen, educación y seguridad para sus hijos, del deseo universal de tener una atención a la salud eficaz y fácil de pagar, y del deseo que tiene el mundo de tener libertad y autonomía.

Hoy en día, se está haciendo un esfuerzo por llegar a la humanidad. Los que tienen en sus manos Ciencia y Salud se lo están entregando al corazón de quienes anhelan recibir su mensaje. Compartir el libro es un acto de amor. Es una acción impulsada por la oración que brinda a la humanidad acceso al Consolador, y puede ocurrir de muchas maneras. He aquí un ejemplo:

Inglaterra

“Soy profesor de idiomas para adultos, y como tal conozco a muchas personas diferentes que se están preparando para comenzar una nueva vida en un nuevo país. En una ocasión un estudiante dijo: ‘Perdóneme, si no me concentro, pero no me siento bien porque sigo bajo los efectos de una medicina que tengo que tomar después de haber estado seis meses en el hospital’. Sentí que podía ayudarlo y le pregunté si le gustaría leer un libro muy especial que lo ayudaría a tomar sus propias decisiones y a estar menos preocupado por su futuro. Compartí con él algunas de las ideas básicas de la Ciencia Cristiana, y le conté algunas de las experiencias que habíamos tenido en mi familia, y que cuando leíamos Ciencia y Salud teníamos curaciones. Él me dijo que sería maravilloso si todo esto fuera verdad y aceptó con gusto un ejemplar. No lo vi por más de una semana, y cuando me devolvió el libro le pregunté cómo se sentía. Me dijo que se sentía muy bien y que no había tenido más problemas. Él dijo: ‘Realmente, no sé muy bien porqué, pero me siento muy bien’ ”.

No hay límites en el bien que Ciencia y Salud puede hacer por el mundo. La Oficina de la Editora valora mucho todos los informes sobre los frutos que se reciben por carta, fax o cassette.

Escriban (en su propio idioma) a: Office of the Publisher, the Writings of Mary Baker Eddy; One Norway Street, P–711; Boston, MA 02115—3122 E.U.A. Fax: 1–617–450–3545.

Gracias de todo corazón por todo lo que ustedes hacen para expresar el amor que sienten por Ciencia y Salud y por toda la humanidad.

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