Observar El Viento es lo que menos hace Fabián Héctor Smara, que vive en las montañas en la provincia de Río Negro, Argentina. Después de todo, cuando nos dedicamos a ser sembradores (como él), no pasamos el tiempo preocupándonos del viento. No nos preocupamos de que el viento pueda desparramar las semillas o desarraigarlas. Si lo hiciéramos, probablemente nunca llegaríamos a plantar nada. Así es, la mejor manera de plantar semillas es desparramarlas en todas direcciones por sobre la tierra ya preparada — siempre y por donde podamos — y luego esperar que aparezcan los nuevos brotes.
Fabián lo sabe por experiencia. Pero, no porque sea agricultor. (En realidad es maestro.) Lo sabe debido a las semillas espirituales que han echado raíces en su corazón. Semillas que otra gente — algunos, del otro lado de la tierra — han sembrado.
Estas semillas han bendecido a Fabián y a su esposa de muchas formas. Lo han hecho sentir más cerca de la Santa Biblia. La han hecho conocer un libro que ayuda a explicar la Biblia: Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Le han traído curaciones. Y han cambiado toda su vida interior, empujando gentilmente sus pensamientos y acciones hacia Dios con nuevas fuerzas.
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