Hace Más De Veinte años me afligía un problema en la columna vertebral cuyos ataques a veces me dejaban postrada en cama, casi sin poder moverme y con mucho dolor. Tenía que dormir sentada o permanecer siempre en la misma posición porque determinados movimientos me producían mucho dolor, y levantarme de la cama significaba un gran esfuerzo.
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