¿Acaso debemos aceptar la teoría de que todos los males del mundo se deben a los pecados de Adán y Eva, a su desobediencia a Dios y la maldición que se les impuso?
¡No, No Debemos aceptarla! Si la alegoría de la Biblia sobre Adán y Eva fuera un verdadero relato de la creación, significaría que todos nos originamos en el polvo, o materia, y no podemos dejar de estar sujetos a las así llamadas leyes del mundo material: pecado, enfermedad y finalmente la muerte. Sin embargo, la Biblia dice: “Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”. 1 Cor. 15:22.
Cristo Jesús vino a mostrarnos que el hombre verdadero es espiritual, no está sujeto a la mentira de la mortalidad de Adán, y que el hombre siempre expresa el ser perfecto y eterno de Dios. A través de su trabajo de curación, Jesús probó que podemos demostrar nuestro dominio sobre las falsas leyes materiales, que podemos elevar nuestro pensamiento por encima de la materialidad para comprender nuestra naturaleza espiritual y verdadera y nuestra perfección como hijos amados de Dios.
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