“Yo Estoy En Paz con mi vida y con mi trabajo. No creo tener enemigo alguno”. Estas son sencillas pero profundas palabras de sabiduría, sobre el tema del temor. Son palabras de Oseola McCarty, al acercarse a los noventa años de edad. Probablemente usted habrá escuchado hablar de ella. Es una lavandera de Hattiesburg, Mississippi, que vive sola desde hace tres décadas y que en 1995 donó $150,000 dólares a la Universidad del Sur de Mississippi para el fondo de becas. Esta contribución surgió del modesto ingreso que ella ganaba lavando ropa a lo largo de muchos años, y ahorrando cuidadosamente cada vez que podía hacerlo.
Oseola McCarty ha recibido numerosos reconocimientos humanitarios por su generosidad. Recibió un título honorario de la Universidad de Harvard, a pesar de que su educación formal terminó cuando ella tenía tan solo ocho años. Ella es la primera persona de color cuyo retrato cuelga de las paredes de la Universidad del Sur de Mississippi.
La Sra. McCarty ha vivido sola muchos años, sin embargo ahora su vida ha tomado un rumbo poco común. Su sencillo enfoque de la vida, su humildad, su generosidad y su fe en Dios, permanecen inalterables. Un diario comenta sobre ella: “la gente viene a verla simplemente porque quieren estar cerca de alguien bueno”. En este reportaje se cita el comentario de una persona de la Universidad del Sur de Mississippi: “Cuando estás cerca de ella, te sientes mejor. Uno se siente purificado”. El reportaje describe lo que otro trabajador de la universidad cree que es la razón por la cual “mucha gente se siente atraída por la Sra. McCarty. Participan de lo que todos quieren, pero pocos tienen”. ¿De qué estamos hablando? Una sola palabra lo resume todo: “Paz”.
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