Todo Comenzó Hace cerca de un año y medio, con el deseo de conversar con otros sobre el poder de la oración y la curación. Oré para superar mi renuencia a dar a conocer Ciencia y Salud. Aprendí que si quería compartir estas ideas debía saber que lo podía hacer. No iba a ser el autor del amor que se necesitaba, sino que el Amor divino me guiaría en lo que debía decir y hacer. Yo vivía en una ciudad pequeña al sudeste de Columbia Británica, Canadá, donde no hay iglesia de la Christian Science, pero sí algunos miembros entusiastas de La Iglesia Madre.
Llena de confianza, hablé con gente que trabaja en el Centro de Salud Mental y luego en el Centro de Recursos para la Mujer. Les pregunté: “¿Qué hacen ustedes y cuáles son las preocupaciones más grandes que tienen sus pacientes?” Entonces les mostré mi libro de respuestas, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, e información de último momento sobre la inclusión de la Sra. Eddy en el National Women's Hall of Fame de los Estados Unidos. Les expliqué que este libro tenía soluciones sanadoras para todos los problemas de que habíamos estado hablando. Ambas instituciones aceptaron un ejemplar del libro.
En el Centro de Recursos para la Mujer, también les conté a grandes rasgos la vida de la Sra. Eddy. Les hablé sobre su anhelo de sanar, su soledad y las muchas injusticias que enfrentó y superó. Les conté que había sanado de un serio accidente, y destaqué sus grandes logros. Uno de los trabajadores me preguntó si podía yo escribir un artículo para su boletín de noticias explicando de qué modo la Sra. Eddy abogó por los derechos de la mujer y los demostró en su propia vida.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!