En 1918, cuando un oscuro torbellino de cambios arrastraba a Rusia a lo que serían 70 años de comunismo, una joven rusa, Olga Alexandrovna Barteneva, experimentaba una revolución en su propio pensamiento. Su nuevo estudio de la Christian Science sería una roca que le brindaría descanso y fortaleza ante el estado de ateísmo y terror estalinista.
La Srta. Barteneva abrazó esta religión con tanta fuerza, que no pudo ocultar su creencia en la curación espiritual, aun después de que fue arrestada y sentenciada a ir al gulag donde, sin su Biblia y Ciencia y Salud, pasaría una década con nada más que los pensamientos de Dios y su propia oración para sostenerla y ayudarla a superar el frío, el hambre y el miedo.
Se cree que Barteneva fue la única Científica Cristiana que sobrevivió a los que fueron arrestados por “espionaje” en los 1930s, en el gulag soviético. Para quienes la conocieron antes de su deceso en 1974, lo que más se destaca es que ella no expresaba amargura alguna por la seria prueba que tuvo que vivir.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!