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La psicología del Espíritu

Del número de noviembre de 1998 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Un artículo que leí en un periódico hace algún tiempo, se refería a la psicología como una “religión” muy popular en esta época. Para algunas personas, si la psicología ha ocupado el lugar de la religión en su vida, quizá la mente humana sea como su dios.

Esta observación me llevó a considerar bajo una nueva luz el Primer Mandamiento, que Dios le dio a Moisés para que Su pueblo lo obedeciera: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Éxodo 20:3. Este mandamiento también podría decirse así: “No tendrás otra Mente sino Yo”. En realidad, sólo hay una inteligencia, una fuente de sabiduría, y es la Mente divina e infinita; ésta es la única Mente que verdaderamente podemos tener. La así llamada mente humana, con sus temores, odios y dudas, no es un poder ni una inteligencia que pueda dañar o sanar.

Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, responde así a la pregunta ¿Qué es Mente?: “Mente es Dios. Lo que extermina al error es la gran verdad que Dios, el bien, es la Mente única y que el supuesto contrario de la Mente infinita —llamado diablo o mal— no es Mente, no es Verdad, sino error, sin inteligencia ni realidad. No puede haber sino una sola Mente, porque no hay sino un solo Dios; y si los mortales no pretendieran otra Mente ni aceptaran otra, no se conocería pecado. No podemos tener sino una sola Mente, si esa una es infinita”.Ciencia y Salud, pág. 469.

La Ciencia de la Mente, Dios, que corrige y sana nuestros males, es la psicología del Espíritu divino. Revela la verdad de la Mente, y del hombre hecho a imagen y semejanza de Dios. La psicología del Espíritu saca a luz la naturaleza del hombre, como el reflejo de la única Mente infinita; y el hombre expresa la apacible armonía de esta Mente. Como lo enseña la Christian ScienceSignifico Ciencia Cristiana. Pronúnciese crischan sáiens., la conciencia del hombre es el reflejo de Dios. No hay maldad en esta conciencia porque no hay maldad en Dios. Tampoco hay temor en la verdadera conciencia, porque el Amor infinito que sólo conoce Su propia infinitud, carece de temor. Los pensamientos del hombre proceden de Dios y están gobernados por Él.

El ceder a esta verdad nos sana, y nos libera de la creencia esclavizante de que hay una mente separada de Dios. Ciencia y Salud muestra cómo se logra esta libertad: “La manera de extraer el error de la mente mortal es verter en ella la verdad mediante inundaciones de Amor”. Ibid., pág. 201. Nótese que el error está en la mente mortal, no en el hombre. El hombre como semejanza de Dios, no tiene ningún error que se le deba quitar. Cristo Jesús demostró el poder del Amor divino, cuya tierna gracia sana a los temerosos y a los enfermos, y redime a los que pecan. Cuando la revelación del Amor inunda la conciencia, el individuo deja de lado el error y ya no piensa ni actúa con temor ni en forma incorrecta y falsa.

Como la psicología humana supone que las dificultades resultan de los pensamientos enterrados en la conciencia, para eliminarlas, busca en la mente mortal los malos recuerdos y otras influencias. Por el contrario, el tratamiento en la Christian Science no consiste en buscar en la mente mortal la causa de los males físicos o mentales, sino que recurre al Amor divino para percibir la verdad espiritual, que el error parece ocultar. La luz del Amor divino pone al descubierto el error como lo que es: un concepto equivocado de Dios y de la relación que tiene el hombre con Él. Así el Amor revela cómo es esa relación en realidad. La Sra. Eddy escribe: “Las artes profiláctica y terapéutica (es decir, la preventiva y la curativa) pertenecen decisivamente a la Ciencia Cristiana, como se vería fácilmente, si se comprendiese la psicología, o Ciencia del Espíritu, Dios“.ibid., pág. 369.

La acción sanadora puede verse en la experiencia de una Científica Cristiana y su hermana. Había fallecido un querido amigo de la familia, con quien la hermana pensaba casarse. Después del trágico acontecimiento, esta Científica Cristiana viajó a casa de su hermana para apoyarla. Pero al llegar allí, tuvo un fuerte problema respiratorio, y llamó a un practicista para que orara por ella, y fortalecida espiritual y físicamente por el tratamiento que le dio el practicista, pudo ayudar a su hermana. En unos días regresó a su casa casi normal de salud.

Entonces su hermana fue de visita por unas semanas, cerca de la casa de la Científica Cristiana, e inmediatamente a ésta le regresó el problema físico, y esta vez parecía más difícil vencerlo. A la mañana siguiente, cuando estaba orando le preguntó a Dios: “¿Qué necesito saber? ¿Cuál es la verdad que necesito saber?” Le vino a su pensamiento este pasaje de Ciencia y Salud: “Dejad que la Verdad descubra y destruya al error en la forma que Dios determine, y que la justicia humana siga el modelo de la divina”.ibid., pág. 542. Ella afirmó que la Verdad estaba descubriendo y destruyendo al error en la forma en que Dios había determinado, y todo el día mantuvo en su pensamiento esta verdad.

Al orar al día siguiente, recordó que cuando tenía cuatro años, alguien le había dicho que ella debía velar por su hermanita; que debía cuidarla y no dejar que nada malo le sucediera. Entonces se dio cuenta de que su error era creer que algo malo le había sucedido a su hermana, y que ella no lo había podido evitar. Inmediatamente le vino este mensaje sanador de Dios: Ella no era responsable del bienestar de su hermana; su Padre-Madre Dios era el responsable. El Padre-Madre Amor estaba siempre con su hermana brindándole amor, consuelo, apoyo y fortaleza.

¡Qué maravillosa liberación vino con esta inspiración! Durante todo ese día, cada vez que pensaba en su hermana afirmaba las verdades de ese mensaje de Dios, y se sentía liberada. El problema físico rápidamente desapareció, y pronto su hermana también se sintió mucho más feliz.

Esta curación ilustra en cierto grado, la diferencia entre el enfoque de la Christian Science y el de la psicología humana. La psicología quizá intente encontrar la causa oculta, pero no considera que el error es irreal e impotente, por lo que no puede sanar de raíz el pesar ni cualquier otro mal. El tratamiento en la Christian Science pone al descubierto el error, y muestra que es imposible su realidad, muestra su nada, y revela lo que siempre ha sido la verdad del hombre: la pura y perfecta semejanza de Dios. De este modo, sana completa y permanentemente.

Cuando comprendemos la relación invariable del hombre con la Mente, no caemos en el engaño de pensar que no podemos controlar nuestro pensamiento. Citando las palabras de Jesús, la Sra. Eddy dice: “ ‘El reino de Dios dentro de vosotros está’Según la Versión Moderna de la Biblia.. Sabed entonces, que poseéis poder soberano para pensar y actuar correctamente; y que nadie puede despojaros de esta herencia, pecando así contra el Amor. Si mantenéis esta actitud, ¿quién o qué puede haceros pecar o sufrir?”Pulpit and Press, pág. 3.

Dios nos ha dado a cada uno señorío, o sea el poder soberano de pensar correctamente. Este versículo de Isaías nos dice cómo sentirse siempre en paz: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26:3. Confiemos en nuestra Mente divina, Dios.

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