Oh, Nicodemo, Nicodemo, Juan 3:1.
Fuiste a ver al Maestro
en la noche del pensamiento,
y buscaste claridad
en la oscuridad de tu argumento.
No así.
Sólo hay una esperanza para ti
(y para mí):
nacer de nuevo,
despertar a la perfecta luz
y como los ángeles volar delante del Sol,
porque la noche es desconocida
donde “el símbolo del Alma gobernando al hombre”,Ciencia y Salud, pág. 595.
reina.
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