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Correspondencia de gente menuda

Del número de diciembre de 1998 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Un día tenía que presentar un exámen y me sentía un poco preocupado porque no estaba muy seguro de poder hacerlo, aunque había estudiado. En la noche me puse a orar y al otro día temprano también. Cuando más tarde lo presenté, me sentí seguro y tranquilo. Estoy muy agradecido porque todo salió muy bien.



Hace poco tiempo que estoy en la Christian Science, he aprendido acerca de Dios y me ha ayudado en la escuela. En mi vida personal me ha ayudado a resolver problemas que se presentan, me ha orientado para saber cómo resolverlos, y cada vez que me siento triste o mal, recurro a la Biblia y a Ciencia y Salud y me siento mejor.

Gracias


Estaba un día en la escuela, cuando empezó a dolerme mucho la panza. Le avisé a mi maestra y le pedí me llevaran a mi casa.

Comencé a pensar: Bueno, si yo soy hija de Dios y soy su imagen y semejanza, a Dios no puede dolerle la panza, de modo que a mí, como su imagen, tampoco me puede doler. Es el error el que quiere que piense así: “que estoy adolorida”, pero eso no es cierto.

En casa leí Ciencia y Salud para corregir los malos pensamientos que tenía del dolor, y me dormí. Al despertar, el dolor se había ido y yo, como siempre, ¡sana! Así que me sentí muy bien y seguí jugando.




Estoy muy agradecido a Dios y a lo que he aprendido en la Escuela Dominical de la Christian Science. Yo asisto a ella desde muy pequeñito con mi abuelita.

En una ocasión, cuanto tenía tres años, me encontraba jugando en el patio de mi casa, cuando me caí. Me hice una herida en la frente y me produjo una hemorragia. Mi mamá se asustó mucho por lo que me quería llevar con un médico. Yo le dije que no, que yo era Científico Cristiano, con lo que le dije, ella se tranquilizó, y yo me curé.



Carta para Dios de Su hija Cristina

Yo soy cristiana porque soy hija de Dios y a Dios no le pasa nada. Si a Él no le pasa nada, a mí tampoco. Aparte de ser omnipresente y omnipotente: Ejemplos

potente= porque puede con todo OMNI

presente= porque está en todas partes viéndonos

Dios yo sé todo lo que Tú eres porque yo he aprendido muchas cosas de Ti, aunque todavía no he terminado de escuchar tus enseñanzas, y no me sé todos tus Mandamientos, el único que me sé es el Primero. Te quiero agradecer todo lo que nos has dado, por eso te doy esta carta, Dios.



¡TODOS PODEMOS AYUDAR!

Una vez mi hermanito se enfermó y mi mamá varias veces estuvo leyendo de la Biblia y de Ciencia y Salud por la Sra. Mary Baker Eddy.

Un día después se levantó alegremente para ir a la Escuela Dominical y seguir aprendiendo quién es Dios.


Un día por la tarde, en tiempo de vacaciones, me empezó a doler la garganta. No podía tomar agua ni comer porque me molestaba mucho. Como estaba yo sola en mi casa me acordé de la Declaración Científica del Ser que está en el libro de texto, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por la Sra. Mary Baker Eddy. Empecé a repetirla y afirmar que si Dios es Todo en todo y que si Dios ocupa todo el espacio, no hay lugar para el dolor, por lo que yo no tenía porqué tener dolor de garganta, porque no era mío. Me acosté a dormir y al día siguiente, el dolor había desaparecido completamente, y no volvió.

Doy gracias a Dios por esta curación.



Cierto día me levanté temprano porque estaba emocionado. Íbamos a acampar en las Ventanas, un hermoso paraje con mucho pasto, cerca de Pachuca, en el estado de Hidalgo. Salimos a las 4 p.m. pero había mucho tráfico. Me parecía que era el estacionamiento más grande del mundo, no avanzábamos, pensé que no llegaríamos. Pero se me ocurrió que Dios sí nos podía llevar a nuestro destino, y así fue. Llegamos a Pachuca a las 8 p.m. Todos creían que ya no llegaríamos ese día, pero yo les dije que siguiéramos adelante. La carretera tiene muchas curvas y es muy empinada, me empecé a marear pero pensé que como hijo de Dios no podía sentirme mal. Mientras el carro subía la cuesta yo oraba y de repente me sentí sin malestar alguno.

Con nosotros iba mi primo que tenía miedo porque si veíamos por la ventana trasera del auto se veía muy oscuro. Yo le dije: No tengas miedo porque Dios está contigo. Llegamos, pusimos nuestra tienda de campaña y le pregunté a mi primo si todavía tenía miedo, me contestó que no, porque veía la luz de la fogata. ¡Fue una noche muy agradable!

Agradezco a Dios por ayudarme, ahora sé que puedo confiar en El.

Gracias.



Cuando fui a un campamento en Hughesville, Pensilvania, me desperté con mucha comezón en el ojo derecho. Me rasqué y noté que me había salido algo, me dijeron que era una perrilla (orzuelo), me llevaron con la mothercamp, me puso un cassette que narraba curaciones de niños por medio de la oración. Yo me empecé a espantar porque aparentemente el ojo se ponía peor y muy rojo, pensé que podía ser sangre. La mothercamp y yo nos pusimos a orar y me quedé dormido con ella. Al día siguiente estaba mejor pero no del todo. Seguimos orando y para el atardecer me había recuperado completamente. Por lo que le agradezco mucho a Dios. Gracias.


Tlalnepantla, Edo. de México
México

Cuando era pequeña, mi hermano y yo acompañamos a mi mamá al mercado, estando ahí le dije a mi mamá que iba a ver los juguetes que me llamaban la atención. Cuando me di cuenta, ellos ya no estaban, en ese momento me dio miedo y tenía ganas de llorar. Entonces me salí del mercado. Como no sabía el camino de regreso a mi casa, recordé la promesa de la Biblia que dice: “No temas yo te ayudo”. Eso me ayudó. Sentí que Dios me iba guiando hasta que llegué a casa. Entonces le di gracias a Dios por haberme ayudado, pues gracias a Él pude regresar a mi casa sin tener miedo y sin sentir que estaba perdida.

Esto me sucedió cuando tenía cinco años.



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