La Navidad celebra la venida del Salvador y sus obras a nuestra vida. Cuando el profeta Isaías anunció al Salvador 700 años antes de que Jesús llegara, se refirió a él como el “Príncipe de paz”. Al venir Cristo Jesús, trajo consigo una paz inalterable proveniente de Dios, su Padre, y una comprensión de Él que le permitió sanar por medio espirituales. Jesús asimismo enseñó que el reino de Dios está en nosotros, y esperó que las obras que él hizo también las hicieran sus seguidores. Él mostró que el reino de Dios y sus leyes hace a todos los seguidores de sus enseñanzas agentes de la paz de Dios, esa paz con la que él sanó a multitudes.
Hoy podemos decir que la Navidad también celebra el hecho de que la curación espiritual está a nuestro alcance, y que todos la podemos practicar con éxito como Jesús lo hizo.
El Heraldo ha querido unirse a esta celebración presentando artículos que hablan de cómo obra el Salvador en nuestra vida para que la curación espiritual esté al alcance de todos.