Hace Muchos Años, cuando mi madre estuvo muy enferma, me senté al lado de su cama y le leí el Salmo 23, pausadamente, como si me estuviera hablando a mí mismo y convenciéndome de la veracidad de cada una de las palabras que leía. Conforme continué leyendo, la ansiedad y los temores que me ocasionaban el mirar la situación de mi madre y escuchar lo que se decía al respecto, desaparecieron y me sentí profundamente confortado. Mi madre escuchaba en silencio. Fue tiempo después de que ella murió que mi cuñada, quien la había cuidado, me dijo que mi madre había estado repitiendo estas palabras continuamente: “En lugares de delicados pastos [EL AMOR] me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará”. Mi madre no sabía nada acerca del Cristianismo y mucho menos de la Christian Science. Mi cuñada me dijo que mi madre tuvo una gran tranquilidad hasta el último momento.
Esto ocurrió hace mucho tiempo, poco después de mi introducción a la Christian Science. Alguien me había recomendado que estudiara el Salmo 23 y recuerdo que para mi fue conmovedor ver el efecto de este Salmo en mi madre, quien ni siquiera era Cristiana, y la firmeza con que ella mantuvo esas palabras en su pensamiento. Yo entonces sentí que el Amor verdaderamente ama, cuida y guía a los suyos. Estoy profundamente agradecido porque este Salmo me dio el entendimiento de que Dios es Amor.
Yokohama, Japón
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