Hace Muchos Años que estudio la Christian Science. Mi madre conoció esta Ciencia hace más de treinta años, ocasión en que ella fue sanada de una enfermedad incurable para la medicina.
A lo largo de todos estos años, he tenido muchas muestras del cuidado de Dios, y en este testimonio me gustaría relatar dos de ellas.
Hacía poco que estaba estudiando la Christian Science, cuando una noche en que regresaba a casa, al subir a un tren, me puse a meditar sobre las enseñanzas del libro Ciencia y Salud. Y deseando saber cómo se producían las curaciones, de pronto sentí el deseo de poder mejorar mi vista y así liberarme del uso de los anteojos, que venía usando desde los catorce años más o menos. Luego de orar por largo rato pidiendo a Dios que iluminara mis pensamientos, abrí los ojos y me di cuenta de que veía todos los objetos con mayor claridad. Quedé muy sorprendida y sentí una gran humildad y mucha gratitud a Dios. Poco tiempo después comencé a darme cuenta de que ya no necesitaba los anteojos para leer, así que los dejé de usar.
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