La Curación espiritual es para todos, cualquiera sea su cultura o profesión, su religión o nivel social.
Algunas veces llegamos a un punto en nuestra vida en que lo que antes nos parecía totalmente confiable, ya no nos funciona. Es como si nos quitaran la alfombra de debajo de los pies, uno se empieza a caer, a caer, y no sabe cómo y dónde encontrar algo de qué aferrarse. Gracias a Dios, en mi caso encontré algo que no solo estabilizó mi familia, sino que nos elevó y nos sacó del problema.
Yo era enfermera médica y partera en un hospital de enseñanza médica muy grande de Londres. Para mí era muy natural controlar todo con medicamentos, hasta el nacimiento de un niño.
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