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Despierte del sueño de los genes

Del número de junio de 2000 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Imagínese Lo Siguiente. Corre el año 2025. Una pareja entra en un local de la cadena “Un gen a su medida”. Están planeando tener una familia y quieren averiguar qué tienen disponible del banco internacional de genes. Hay tantas opciones: genios, caracteres nobles, todo los tipos de cuerpos que están de moda. Y, por supuesto, también tienen que ver las proyecciones digitales de cómo se verá el bebé cuando tenga doce, veinticinco, sesenta años. ¡El hijo de sus sueños hecho a medida! ¿Qué les parece uno con las características de un galán de cine, con algo de ganador de premio Nobel en física y de un atleta campeón?

Quizás esto suene muy rebuscado, pero la ciencia física afirma que la vida de un individuo es fundamentalmente el resultado de los rasgos genéticos que heredó, y en los próximos años tendremos que enfrentar cada vez más el tema de la ingeniería genética en humanos. La mayoría de la gente siente con razón que el tema plantea importantes cuestiones de ética. Lo que hace inaceptable la idea de diseñar seres humanos es nuestro imborrable sentido espiritual. Nos dice que, en verdad, el material genético, llamado ADN, no determina la individualidad. Entonces, ¿qué determina quiénes somos?

El sentido espiritual discierne respuestas en la Biblia en citas como las siguientes: “Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos... Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”. Salmo 100:3, 5. La bondad, la misericordia y la verdad son sustancia eterna, y estas cualidades perfectas de Dios, son los elementos con que construimos nuestra identidad.

La veracidad de este concepto espiritual de nuestro ser, atraviesa el tiempo, como la luz de un tren nocturno penetra la oscuridad del campo. Las intuiciones espirituales nos dicen que siempre hemos existido y siempre existiremos, porque somos una conciencia espiritual e individual. Esa inspiración es como despertar de un sueño. Mary Baker Eddy escribe: “La vida en la materia es un sueño: el pecado, la enfermedad y la muerte son este sueño. La Vida es Espíritu; y cuando despertemos del sueño de la vida en la materia, aprenderemos esa gran verdad del ser”. La Curación Cristiana, pág. 9.

Muchos puede que digan: “Sí. Yo creo que la vida es más que simple materia. Pero ya que tenemos estos cuerpos físicos ahora, ¿acaso no depende de nosotros diseñar mejores cuerpos como diseñamos mejores puentes, tomates o vacas lecheras?” Suena lógico, pero como dijo el Salmista: “...Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos”. Para comprender claramente la creación, debemos basarnos en la sabiduría espiritual, la verdad que perdura “por todas las generaciones”.

El libro de Isaías dice que la salud nace de la misericordia, de ayudar a los oprimidos. Véase Isaías 58:6, 8. Y dos mil años antes de que los biólogos pensaran en catalogar el ADN, Cristo Jesús proporcionó esta guía para la salud y la inmortalidad: “Es el Espíritu el que da vida. La carne no te ayudará. Las cosas que te he dicho son espirituales y son vida”. Juan 6:63, según la traducción de J.B. Phillips. La manera de mejorar nuestra calidad de vida consiste, entonces, en acercarse al Espíritu.

La victoria de Jesús sobre la enfermedad y la muerte es el llamado de alerta para que la humanidad despierte del sueño de que la vida pueda ser material. Su ejemplo de cómo vivir el amor, también nos hace tomar conciencia de que el pecado es parte del mismo sueño de que lo opuesto del Espíritu pueda contener algo sustancial o bueno. El despertar del temor y del pecado y tener como centro a Dios en nuestra vida, terminará por erradicar las enfermedades hereditarias y otras. Éste es nuestro privilegio hoy, y lo será en el 2025 y más allá.

El Heraldo aplaude cada deseo honesto de mejorar la existencia humana. La diligencia, la compasión y la consideración moral, aplicadas a la investigación científica, traen beneficios a la humanidad. Pero ¿no es acaso el despertar a la realidad de que Dios es Vida, la causa más progresista a la que se pueda uno dedicar?


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