En Un Típico Lugar de trabajo, los teléfonos no dejan de sonar, los jefes necesitaban la información ayer, las reuniones provocan una lluvia de emails y faxes. ¡No hay tiempo ni para pensar! La verdad es que no parece haber tiempo más que para reaccionar. Pero, ¿hay tiempo para orar?
¿Cuánto tiempo toma la oración? Tan solo un momento de pensamiento claro puede producir un cambio muy favorable cuando se tiene un programa de actividades tan ajustado. Mary Baker Eddy escribe: “El éxito en la vida depende del esfuerzo persistente, de la utilización de los momentos más que de cualquier otra cosa”. Escritos Misceláneos, pág. 230. Esa “utilización de los momentos” es muy importante.
Una manera de aprovechar el momento es la oración. La oración diaria aceita los engranajes de la maquinaria mental. El tomarse momentos para reflexionar en silencio y escuchar espiritualmente, nos equipa para manejar la presión en el trabajo y las circunstancias tan demandantes. Y esa oración neutraliza la sensación de que estamos como en “una olla a presión”.
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