Mary Baker Eddy escribe lo siguiente en Ciencia y Salud: "Los cristianos se regocijan en belleza y abundancia secretas, ocultas al mundo pero conocidas de Dios" (pág. 15). Siento que ha llegado el momento de expresar mi gratitud y escribir sobre la "belleza", la "abundancia" y la alegría que han llenado mi vida a diario desde que conocí la Christian Science.
Yo no andaba bien de salud y sentía ansiedad por el futuro. En aquella época, estaba literalmente en el medio de un océano, viajando con mi esposo, quien era capitán de un barco. Estoy agradecida por la gente que visita los barcos en los distintos puertos del mundo, y deja literatura de la Christian Science, porque fue a través de esas revistas que la conocí.
Me alegré mucho cuando leí un artículo por primera vez en un Christian Science Journal. El mismo hablaba del cuidado amoroso y la bondad que tiene Dios por cada uno de Sus hijos. En otro artículo leí la siguiente cita de Ciencia y Salud: "Tal como una gota de agua es una con el mar, un rayo de luz uno con el sol, así Dios y el hombre, Padre e hijo, son uno en el ser. Las Escrituras dicen: 'Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos''' (pág. 361). Me di cuenta de que hacía años que buscaba la verdadera explicación de Dios, de mí misma y de mi relación con El. Y ahora la había encontrado.
A partir de ese momento se produjo un cambio muy grande en mi manera de pensar y en mi vida en general. Dejé de tomar medicamentos, y muy pronto empecé a recuperar la salud. Pero lo más importante fue mi convicción de que estaba bajo el cuidado amoroso de Dios en toda dificultad que encontraba, y la evidencia de ese cuidado nunca dejó de manifestarse, a veces de la manera más inesperada. Sería difícil mencionar las innumerables instancias de esta prueba del cuidado de Dios.
Muy poco después de haber conocido la Christian Science, tuve una prueba que se destaca mucho. La compañía para la que trabajaba mi esposo, vendió el barco en el que estábamos, y mi esposo fue nombrado Capitán de Puerto en su sede en Londres. Fue entonces que tuve la oportunidad de ser miembro de una de las iglesias de Cristo, Científico, de tomar instrucción en clase con un maestro leal de la Christian Science, y de enriquecer mi comprensión de la "Ciencia del Ser". Posteriormente, cuando mi presencia en Atenas fue necesaria l mayoría del tiempo, me dio mucha alegría hacerme miembro de una filial allí, y servir en distintos puestos.
Hace poco, tuve otra prueba del cuidado y la protección de Dios, por la cual estoy muy agradecida. Una tarde recibí una llamada desesperada de un vecino de nuestra casa de verano, pidiéndome que fuera de inmediato porque había un incendio en el jardín de al lado. El fuego se había extendido a los pinos de nuestro jardín, y con el viento que había, nuestra casa corría peligro de incendiarse. De inmediato salí con el coche y llegué a la casa de verano en menos tiempo que de costumbre. Lo notable es que durante todo ese tiempo no tuve ningún temor, porque tenía la convicción de que Dios, que es omnipresente y omnipotente, cuidaría de nuestra casa. De hecho, para cuando llegué allí, los vecinos habían llamado a los bomberos y todos ayudaron a apagar el fuego. La casa estaba intacta.
Estoy inmensamente agradecida por el inefable amor de Dios.
Atenas, Grecia
