Mary Baker Eddy escribe lo siguiente en Ciencia y Salud: "Los cristianos se regocijan en belleza y abundancia secretas, ocultas al mundo pero conocidas de Dios" (pág. 15). Siento que ha llegado el momento de expresar mi gratitud y escribir sobre la "belleza", la "abundancia" y la alegría que han llenado mi vida a diario desde que conocí la Christian Science.
Yo no andaba bien de salud y sentía ansiedad por el futuro. En aquella época, estaba literalmente en el medio de un océano, viajando con mi esposo, quien era capitán de un barco. Estoy agradecida por la gente que visita los barcos en los distintos puertos del mundo, y deja literatura de la Christian Science, porque fue a través de esas revistas que la conocí.
Me alegré mucho cuando leí un artículo por primera vez en un Christian Science Journal. El mismo hablaba del cuidado amoroso y la bondad que tiene Dios por cada uno de Sus hijos. En otro artículo leí la siguiente cita de Ciencia y Salud: "Tal como una gota de agua es una con el mar, un rayo de luz uno con el sol, así Dios y el hombre, Padre e hijo, son uno en el ser. Las Escrituras dicen: 'Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos''' (pág. 361). Me di cuenta de que hacía años que buscaba la verdadera explicación de Dios, de mí misma y de mi relación con El. Y ahora la había encontrado.
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