¿Cuántos nos levantamos por la mañana preguntando: "Padre, ¿qué haré hoy?", y luego escuchamos lo que Dios nos va diciendo, a cada momento, a lo largo del día? Lo más probable es que nos levantemos ya con un plan establecido.
La Biblia no dice que Cristo Jesús haya vivido de acuerdo con un plan personal ya establecido. Él vivía la voluntad de Dios. Pero sí tenía el hábito de orar, o sea de escuchar y obedecer a Dios. La Biblia cuenta que en ocasiones pasaba toda una noche o por la mañana bien temprano, en oración con su Padre antes de reunirse con la gente. De ese modo se preparaba para predicar y sanar, para estar en los negocios de su Padre.
Jesús dijo: "... buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.. . " Mateo 6:33, 34. De los relatos se desprende que nunca pensaba con ansiedad en su cuerpo ni ordenaba su vida basándose en las preocupaciones o prácticas de la carne, sino que confiaba en que Dios le daría todo lo necesario.
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