Entre Octubre de 1993 y septiembre de 1997, que entonces era estudiante de la Universidad Estatal de Milán, trabajó en un proyecto con otros jóvenes de Italia, para ayudar a la gente del Campo de Refugiados de Novo Mesto en Eslovenia. El Heraldo le pidió que compartiera sus ideas y experiencias.
¿Cómo surgió la idea de ayudar en un campamento de refugiados?
Yo tenía ganas de hacer algo diferente en mi vida. Leí en los diarios sobre la guerra en Bosnia, y comencé a pensar en ayudar. Me enteré de que un grupo de jóvenes de Milán iba a viajar a los campos de refugiados en Eslovenia y decidí ir con ellos.
¿Cómo eran los campamentos?
Había unas 200 personas de Bosnia en mi campamento, y también algunos croatas. Cada familia tenía tan solo una habitación donde vivir. Excepto por unas pocas cosas que habían podido sacar antes de huir de Bosnia, lo habían perdido todo. Muchos también habían perdido a sus padres, parientes o amigos.
¿Qué hiciste para ayudarlos?
Nuestro proyecto consistía en ayudarlos con sus necesidades básicas y sociales. Organizábamos actividades con los diferentes grupos de edad, como trabajos manuales y juegos para los niños. Mucha gente se sentía deprimida y no quería hacer nada. Tratábamos de estar con ellos y conversar y sonreír. Mucha gente joven se sentía desalentada y permanecía simplemente en su habitación, sin hacer nada. Se la pasaban sentados o durmiendo.
"Descubrí que hacer algo por los demás es lo más importante en mi vida"
Queríamos motivarlos para que encontraran energía, y pudimos llevarlos a Italia de vacaciones. No fue nada fácil, porque no pensaban en otra cosa más que en la guerra, y tenían miedo de lo que podía pasarles a sus familiares que estaban todavía en Bosnia.
Nos conmovió mucho que a pesar de todo su sufrimiento fueran tan bondadosos con nosotros. La hospitalidad que nos brindaron provenía de su corazón. Esto es muy especial porque también sentían mucho odio por lo que les había ocurrido.
Al principio nos resultó muy difícil conversar con ellos porque hablábamos idiomas diferentes. Descubrimos que algunos gestos nos ayudaban a comunicarnos, y ellos se esforzaron mucho por lograrlo. Nos mostraron sus fotografías, todo lo que nos hablara en su nombre. Sentí que eran parte de mi familia.
¿Te ayudó tu comprensión de Dios?
A veces era fácil verse envuelta en lo que estaba ocurriendo políticamente y tomar partido, porque nos contaban quiénes eran sus enemigos. Pero lo que realmente me ayudó fue saber que Dios estaba en todos lados, en cada momento. No teníamos que tener miedo a nada, y saber que Dios es Amor nos ayudó mucho. Podemos sentir Su amor, que es para todos, en toda situación. Yo sabía que esa gente podía sentir ese amor como yo. Esto impidió que sintiera que esas personas tenían que sufrir. Me ayudó a sentirme alegre y sonreír y a trabajar con ellos. Cuando alguien recibía una carta de Bosnia diciendo que algún familiar había muerto, pensaba que nada podía realmente eliminar la vida de esa persona, porque estaba en Dios que es la Vida eterna. Me quedaba con ellos, tratando de tener presente estos pensamientos buenos. Los abrazaba con todo mi amor. Yo sé que Ellos lo podían sentir.
¿Qué fue lo que más te ayudó en esta experiencia?
El no estar pensando sólo en mis necesidades, sino pensar en las necesidades de otros. Cuando los escuchaba y trataba de ayudarlos, sentía más alegría y amor en mi propia vida. Me di cuenta de que vivir realmente significa amar como Jesús enseñó.
Descubrí que hacer algo por los demás es lo más importante en la vida. No actuamos por nuestra cuenta, Dios es quien actúa a través de nosotros. Simplemente tenemos que escuchar a Dios. Él sabe mejor que nosotros cuál es el mejor lugar en que debemos estar. Y pienso que si lo que nos impulsa es el amor, entonces todo va a salir bien.
Un día estaba con una amiga judía. Ella había invitado a un joven de ese campamento de refugiados, que era musulmán. Y también había un católico. Hablamos sobre nuestra vida, lo que estábamos haciendo. Y en determinado momento, nos dimos cuenta de que todos estábamos hablando del amor, y que el amor es el aspecto más importante de nuestra vida. Esto fue tan real y palpable para nosotros, que no sentimos ninguna diferencia de religión o cultura. El amor es todo lo que verdaderamente existe, y es maravilloso.
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