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Departamentos del Centro de la Iglesia

CELEBRACIÓN 125 años de explorar la espiritualidad práctica

Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras

Del número de marzo de 2001 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mary Baker Eddy trabajó sin descanso para asegurarse de que Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras fuera la declaración completa de la Christian Science para todos los tiempos. Su labor por transmitir de manera clara y completa el mensaje sanador del libro al mundo, se pueden ver en los pasos que dio para contestar a la pregunta "¿Cuál es la declaración científica del ser?" Esta pregunta primordial y su respuesta aparecieron primeramente en un folleto denominado La Ciencia del Hombre, escrito y publicado por Mary Baker Glover. La Ciencia del Hombre, publicado un año después que Ciencia y Salud, fue una revisión de un manuscrito que la Sra. Glover usaba para enseñar, titulado Preguntas y Respuestas en la Ciencia Moral.

En 1881, revisó La Ciencia del Hombre y lo agregó a la 3ra edición de Ciencia y Salud como el capítulo "Recapitulación". Fue en esta oportunidad que apareció por primera vez "la declaración científica del ser" en Ciencia y Salud. A lo largo de los años, Mary Baker Eddy continuó haciendo revisiones a "la declaración científica del ser" hasta que apareció en la forma que los lectores conocen hoy.

En el número de febrero de 1896 de The Christian Science Journal, la Sra. Eddy anunció su deseo de que "el Primer Lector en cada Iglesia de Cristo, Científico, dondequiera que estuviera, concluyera el servicio dominical leyendo la "Declaración científica del ser", de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, inmediatamente antes de la bendición".

Con el fin de conmemorar el 125 aniversario de la publicación de Ciencia y Salud, hace un tiempo invitamos a los lectores de este libro a contarnos cómo conocieron Ciencia y Salud por primera vez, y a explicar el impacto que ha tenido en sus vidas. A continuación transcribimos pasajes de algunas de las respuestas que hemos recibido:

EN 1932, yo era estudiante de la Escuela Dominical y mis padres me dieron un ejemplar del libro. De niño tenía asma y leía el libro siempre que sufría un ataque. Con el tiempo, ya de joven adulto, sané por completo. Cuando entré al ejército en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, La Iglesia Madre me dio una Biblia pequeña que hacía juego con el ejemplar de Ciencia y Salud que llevaba conmigo durante el entrenamiento básico en el ejército. Y luego ellos me acompañaron en el exterior, en el Pacífico Sur durante 18 meses. Mi madre me enviaba Trimestrales para que pudiera leer la lección todas las semanas. Fue maravilloso tener ese apoyo en una situación en que resultaba tan difícil comprender lo que estaba ocurriendo. Cuando regresé a casa, me compré una edición más grande de Ciencia y Salud, y lo he estado leyendo con regularidad desde entonces. Todavía sigo encontrando cosas nuevas en él. Cada día obtengo una comprensión más profunda de lo que Mary Baker Eddy tuvo que enfrentar para poder dar el libro a la humanidad. Este libro tiene la respuesta para cada situación que enfrento; es como una especie de tutor que está conmigo todo el tiempo.



Cuando vivía en una zona remota de Cuba, mis amigos tenían un ejemplar de Ciencia y Salud. Nos levantábamos antes de las 6 de la mañana para escuchar una sección de la lección, hasta que obtuvimos nuestros propios libros. Yo tenía problemas de estómago e hígado, y sané de inmediato. Ciencia y Salud ha sido mi único maestro, sanador y amigo. Aprendí inglés comparando el original con la traducción. Me aprendía la ortografía hasta que escuchaba cómo se pronunciaba la palabra. Me sentía más rica con cada palabra inglesa que aprendía. Este libro ha iluminado mi vida al ayudarme a comprender mi relación con Dios. Un Dios que está a nuestro alcance, un Dios amoroso que tiene infinitas maneras de bendecirnos.

Una de las grandes cosas que ha hecho es ayudarme a transformar mi carácter. Estoy muy agradecida por la paz, la alegría, la paciencia, la gracia y el amor que me rodean. Gracias por el regalo.



Lo Recibí justo después de escuchar una conferencia de la Christian Science en la ciudad de Nueva York. Mi corazón se tranquilizó cuando lo leí. Me calmó lo suficiente como para poder dormir. El libro literalmente me ha puesto cabeza abajo y me ha sacudido. Me ha forzado a reevaluar la manera en que pienso acerca de todo. A este libro le debo mi vida, mi matrimonio, mi paz. Cuando lo leí por primera vez sané de la necesidad de usar anteojos. No puedo expresar lo suficiente la gratitud que siento por este libro.



Lo invitamos a que nos cuente de qué manera Ciencia y Salud ha cambiado su vida

Si usted lee Ciencia y Salud, es probable que recuerde la primera vez que tuvo un ejemplar en sus manos. Tal vez haya sido un regalo que le hizo un amigo o miembro de su familia. Quizás lo compró en una librería o en una Sala de Lectura de la Christian Science, o tal vez lo haya pedido prestado en una biblioteca pública.

Como una manera de conmemorar el 125 aniversario de la publicación de Ciencia y Salud, lo invitamos a que nos cuente de qué manera lo ha beneficiado este libro. Vamos a ir publicando ejemplos de los relatos que recibamos durante el próximo año en las publicaciones de la Christian Science.

Sírvase enviar sus comentarios a:

The Writings of Mary Baker Eddy, PO Box 1480, Boston, MA 02117-9775. O nos puede enviar un e-mail a: mbebook@twmbe.com

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