Un ángel a la puerta toca.
Sorprendida y perturbada,
lo invito a entrar:
"Perdona, no te esperaba".
El ángel sonríe,
mi corazón se aligera;
toda mi casa
de paz y de luz se llena.
Sé que mi huésped
de mí no puede apartarse;
pensamiento del Amor
que vino para quedarse.
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