Frente a conflictos internacionales, ¿podemos esperar que la paz se establezca con la mera firma de convenios que dejen a las partes contentas solo por un tiempo?
Frente a conflictos en el trabajo o el hogar, ¿puede un gesto amistoso o un regalo ser suficiente para traer paz a un problema?
En ambas instancias, estos pasos significan que existe la intención de encontrar una solución a los problemas, y es un buen comienzo. Pero, ¿no es necesario que algo ocurra en nuestros sentimientos y convicciones para que haya cambios duraderos?
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