Dios me trajo la Ciencia del Cristo a través del contacto continuo con estudiantes de la Christian Science. Desde muy pequeña teníamos un vecino que era estudiante de esta Ciencia. Luego trabajé en el teatro con otra estudiante de la Christian Science, y yo, al ver sus demostraciones tan llenas de alegría y la bondad que ella expresaba, tuve algo en qué apoyarme al pasar por momentos de gran depresión y un sentido de pérdida. Su amor por la vida me dio lo que necesitaba para levantarme el ánimo y sentir afecto en el corazón.
Luego después de casada, me encontré con otra estudiante de la Christian Science que realmente hacía que la luz brillara a través de ella. Compartía con liberalidad la Ciencia del Cristo con los demás, me nutrió, e hizo que me hiciera miembro de la iglesia, donde serví en muchos comités y como Lectora. De modo que tres estudiantes diferentes, expresando al Cristo de manera muy individual, me ayudaron en mi crecimiento espiritual. Y cuando necesité profundamente al Cristo, allí estaba, y estuve preparada para aceptarlo, a pesar de mis luchas.
Me encanta la práctica de esta Ciencia. Mediante la oración superé la depresión, una crisis mental y emocional, dislocaciones y resfríos.
Una mañana al despertarme, no me podía mover debido a que mis coyunturas estaban inflamadas y me dolían mucho. Estando en la cama, recordé un Salmo: "No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH" (118:17). Por un tiempo me costaba mucho moverme. También perdí cerca de trece kilos de peso durante ese período. Mediante la amorosa ayuda de varios practicistas que me trataron en diferentes ocasiones, y una enfermera de la Christian Science, sané y todo se solucionó perfectamente.
Nos hemos mudado a otro país ahora, y estoy nuevamente sirviendo en una iglesia con mucha gratitud a Dios por Su Hijo, Cristo Jesús, quien mostró a la humanidad el camino del Cristo que sana todas nuestras enfermedades. Estoy agradecida a Mary Baker Eddy por la clave de la Ciencia divina, que revela las leyes de Dios que la Biblia contiene para que todos las usemos eficazmente. Siento sincera gratitud y mucho amor por quienes trabajan en la Iglesia de Cristo, Científico, y están ayudando a compartir esta verdad sanadora y salvadora con el mundo.
Adelaide, Australia
Meridional, Australia