Hace Once años, la gente de Alemania se unió para orar, primero en unas pocas iglesias, luego en incontables iglesias y lugares de reunión. Surgieron grupos de oración, se encendieron velas y, con el tiempo, cientos de miles de personas salieron a las calles para hacer demostraciones pidiendo mejores condiciones de vida, libertad de expresión y de prensa, y elecciones democráticas.
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