Una Amiga Mía hizo en su computadora corrección de rutina a un documento, antes de que fuera enviado a la clientela de la compañía. NO se dio cuenta de que al hacer la corrección, el programa del procesador también eliminaba texto en otro lugar del mismo documento. Así que enviaron el documento, con un error muy grave, a cientos de personas.
Ella estaba muy molesta consigo misma. Y los clientes que ya habían recibido el documento estaban muy enojados. Como ocurre con otros errores, quizás más serios, ya no había nada que pudiera hacer para remediarlo.
Ya aprendió su lección; olvide su error y siga adelante.
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