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Artículo de portada

Perdona a quienes lo torturaron

Del número de junio de 2001 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En 1990 Comenzó la guerra en mi país, Ruanda. Dos semanas más tarde, me arrestaron y me llevaron a la Prisión Central en la capital. Me torturaron e interrogaron sobre mi participación en el movimiento rebelde. En marzo de 1991, escapé a Zambia, a través de la República Democrática del Congo, donde conocí a dos periodistas que eran Científicos Cristianos. Me dieron el nombre de una Científica Cristiana a quien podía llamar si lo necesitaba. Cuando llegué a Zambia, me dieron calidad de refugiado.

Comencé a estudiar la Christian Science y me hice miembro de la iglesia de la Christian Science en Lusaka. Un día en 1996, me acuchillaron en la calle y fue entonces cuando me enviaron al Campamento de Protección de Mayukwayukwa, a unos 475 km de la ciudad.

Mis padres fueron asesinados cuando yo tenía 19 años. Desde entonces he sido un refugiado. Durante los siguientes siete años, después de mi arresto, no sabía si mi hermana y mi hermano estaban vivos. Mediante el estudio de la Biblia y de Ciencia y Salud, comencé a comprender que todos vivimos bajo la ley de Dios, no bajo la ley de ojo por ojo y diente por diente. Dios ama a todos sus hijos, porque Dios es Amor.

Oré y estudié para comprender estos conceptos, y luego me enteré de que mi hermana estaba viva y hablamos por teléfono. Ella me dijo que mi hermano menor también estaba vivo, y vivía en nuestro país. Y estoy muy agradecido por eso.

La Christian Science ha cambiado mi vida, y he podido perdonar a quienes asesinaron a mis padres y a quienes me torturaron. También les perdono que hayan interrumpido mis estudios. Fue muy importante perdonarlos. Posteriormente pude regresar a la escuela y terminar un curso de programación en computación. Estoy aprendiendo que Dios no hace acepción de personas. Eso es lo que San Pedro dice en la Biblia: “Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10:34, 35).

En el campamento continué estudiando la Christian Science por mi cuenta. Un día, un amigo de Angola me preguntó si tenía alguna revista, y le di unos Christian Science Sentinels. Se sorprendió de que las tuviera, y me contó que estudiaba la Christian Science desde 1975 en Kinshasa.

Decidimos celebrar servicios dominicales en su casa en el campamento, y muy pronto la gente comenzó a venir. Cuando regresé a Lusaka, dejé a mucha gente estudiando esta Ciencia. Ahora tienen conferencias de la Christian Science en francés y en portugués. Varios Científicos Cristianos en el campamento han decidido construir una estructura para poner una Sala de Lectura donde la gente pueda encontrar paz y consuelo leyendo Ciencia y Salud y la Biblia, El Heraldo de la Ciencia Cristiana y otros folletos. Es allí donde celebran los servicios los domingos y los miércoles.

Cuando una o dos personas oran y quieren ayudar a los demás, lo pueden lograr. Esto confirma lo que dijo Jesús: "...donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mateo 18:20).


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