En 1985, muchos miembros de mi familia sufrían de tuberculosis, incluso mi padre y uno de mis hermanos. A fines de ese año, yo comencé a tener síntomas de la misma enfermedad. Mi esposo estaba de viaje, y mis padres y hermanos me llevaron a una clínica. Los exámenes confirmaron que tenía tuberculosis. Comencé entonces a tener tratamiento médico, pero la enfermedad siguió empeorando.
Mi esposo regresó de su viaje, y empezó a darme tratamiento en la Christian Science. Oró por mí. Muy pronto se produjo un cambio. Empecé a leer la Biblia y Ciencia y Salud. Aprendí que como hija de Dios, sólo podía reflejar las cualidades de mi fuente, Dios Mismo, mi Padre-Madre. Como hija y descendiente únicamente de Dios, no estaba gobernada por las leyes de la herencia. La Biblia decía que todo lo que Dios ha hecho es muy bueno. Lo que parecía ser tuberculosis no era parte de Su creación, y no podía ser parte de mi vida. Puedo decir con mucha alegría que la enfermedad sanó en muy corto tiempo. La Christian Science también me ayudó a superar dificultades durante el nacimiento de nuestra hija más chica.
Estoy muy agradecida a la Sra. Eddy por la maravillosa Ciencia que ella nos enseñó, que resuelve los problemas de la humanidad.
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