Yo Era Esclavo del alcoholismo, el tabaco y la inmoralidad. Andaba a la deriva. Mi hogar estaba desorganizado e infeliz. Mi esposa y mis hijos estaban preocupados por mí y por nuestro futuro. Tenía mala salud. Me dolían constantemente el estómago y la cabeza. Me ponía de mal humor y triste sin ninguna razón, luego enojado e inestable. Mis recursos, que estaban desapareciendo rápidamente, me hacían sentir ansioso, insatisfecho conmigo mismo, y dependiente de otros.
Fue entonces cuando un sobrino me contó sobre la Christian Science. Comencé a estudiar regularmente la Lección Bíblica Semanal que se encuentra en el Cuaderno Trimestral de la Christian Science. Al elevar y espiritualizar mi pensamiento se produjo un renacimiento y una regeneración espiritual que transformaron mi vida. Sin esfuerzo dejé de fumar y beber, y mi moral fue purificada. Mi salud y mi relación con mi esposa y mis hijos mejoraron, así como también la manera en que yo administraba nuestros recursos.
Abandoné mi anterior estilo de vida, y respondí al llamado del Cristo. En 1995, me hice miembro de una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, y dos años después me afilié a La Iglesia Madre.
El primer versículo del Himno 64 del Himnario de la Christian Science se aplica perfectamente a mi vida. Dice así: "De la materia al Alma es mi sendero,/ de inquieta sombra a dulce claridad..." Y estas palabras de la Sra. Eddy me dieron mucho consuelo: "La esclavitud del hombre no es lícita. Cesará cuando el hombre tome posesión de su legado de libertad, su dominio otorgado por Dios sobre los sentidos materiales" (Ciencia y Salud, pág. 228).
Espero que este relato aliente a otros que se encuentran atormentados y creen que han pecado tanto que Dios ya no los puede perdonar. Deben saber que Dios es Amor.
Estoy profundamente agradecido a la Sra. Eddy por el tesoro inestimable que le dio al mundo al explicar la ley de Dios y cómo ayuda a la gente. Y yo agradezco a todo aquél que trabaja para dar a conocer las enseñanzas de la Christian Science.
Yaoundé, Camerún
