En 1984, Estaba de viaje y conocí a un señor que tenía el libro Ciencia y Salud. Me impresionó mucho el título y le pedí que me lo prestara.
Cuando regresé a Luanda, quise localizar a algún Científico Cristiano. Puesto que Dios siempre arregla las cosas, un vecino me informó que un colega de su trabajo estaba estudiando la Christian Science. Entonces, muy temprano por la mañana, acompañé a este vecino a su trabajo, y me presentó al estudiante de la Christian Science, quien me recibió con mucha cordialidad. Me informó que algunas personas celebraban en su casa los servicios religiosos y las reuniones de testimonios.
Gracias al estudio de esta Ciencia sané de varias enfermedades, principalmente fiebre, heridas, insomnio, dolores de cabeza, problemas de relación. Me gustaría relatar una de esas curaciones.
Había estado sufriendo de disentería unas cuatro o cinco veces al año, durante aproximadamente veinte años. Cuando conocí la Christian Science recurrí a Dios y sané, ya que la medicación que me habían dado nunca me había sanado permanentemente.
Aprendí nuevas ideas, como el concepto de que, puesto que Dios es Vida, gobierna perfectamente todas las acciones, y en Él no hay falta de armonía ni desorden. Por lo tanto, por ser la semejanza de Dios, todos reflejamos sólo cualidades divinas. También me sentí muy inspirado por el concepto de que la "Mente regula el estado del estómago, de los intestinos y del alimento... y la materia no lo hace" (Ciencia y Salud, pág. 413). Para mí esto quiere decir que sólo la Mente, Dios, puede producir una acción armoniosa, ordenada y regular en sus ideas, es decir, en nosotros. Y cuando leí que la “Biblia contiene la receta para toda curación. 'Las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones'”, (Ciencia y Salud, pág. 406), comprendí que esas "hojas" eran las verdades divinas.
Gracias a esta comprensión fui sanado, y ya han pasado diez años de esto.
Gracias a Dios por Su amor infinito.
Luanda, Angola
