LA PRÁCTICA de la brujería es muy común en algunas partes del mundo. A los brujos se les teme porque se cree que tienen poderes sobrenaturales contra los cuales no nos podemos defender. En algunas ciudades, cuando se tiene la menor sospecha de que alguien practica la brujería, si se trata de gente mayor, los jóvenes del vecindario los matan a pedradas o los queman vivos; y si son niños pequeños sus padres los abandonan. Cuando uno se ha criado en una sociedad donde todos creen en la brujería, es difícil aceptar que no tiene poder, y que no hay por qué temerla.
La brujería no tiene ninguna cualidad divina...
Mary Baker Eddy escribe lo siguiente en su libro Ciencia y Salud: “La oscuridad causa temor. El adulto, esclavizado por sus creencias, no comprende su ser verdadero mejor de lo que lo comprende el niño; y hay que sacar al adulto de sus tinieblas, antes que pueda librarse de los sufrimientos engañosos que abundan en el crepúsculo. El camino en la Ciencia divina es la única salida de esa condición”.Ciencia y Salud, pág. 371.
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