Los columnistas Mark y Suzanne de la la sección PyR del Heraldo recibieron las siguientes preguntas de Zambia.
P: Soy una joven desempleada. A veces parece que la prostitución es la única forma en que me puedo sostener, porque no logro conseguir empleo. ¿Qué otra cosa puedo hacer?
R: En la Biblia hay muchas instancias en que Dios cuida de mujeres que están viviendo situaciones desesperantes. Un ejemplo es Agar, a quien echaron de su casa con su hijo, y terminó en el desierto con una botella de agua y un poco de pan (véase Génesis 21:9—19). Cuando se quedaron sin agua, ella puso al niño debajo de un arbusto y se alejó “a un tiro de arco” porque no quería ver morir a su hijo. No obstante, Dios le envió un ángel para consolarla, y decirle que no tuviera miedo. Entonces Dios le “abrió” los ojos a Agar y ella “vio una fuente de agua”.
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