Cuando criamos a nuestros tres hijos, resolvimos todos los desafíos que enfrentábamos, como bajos ingresos, problemas de relación y enfermedades, por medio de lo que comprendíamos de la Christian Science.
En marzo de 1998, me caí y parecía que me había roto un hueso de la pierna; no podía estar de pie ni caminar. No obstante tuve la certeza de que Dios me sanaría, por lo que no me saqué radiografías para saber cómo o dónde se había roto el hueso.
Comprendí que, en realidad, todo mi ser es espiritual, y oré constantemente con las ideas contenidas en Ciencia y Salud, en especial la respuesta a la pregunta “¿Qué es el hombre?” Al principio dice: “El hombre no es materia; no está constituido de cerebro, sangre, huesos y otros elementos materiales. Las Escrituras nos informan que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios” (pág. 475).
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