Cuando vemos las noticias por televisión, pareciera que si en donde uno vive todo estuviera fuera de control: accidentes automovilísticos, incendios y, desde luego, el último asesinato.
Todas las noches los televidentes ingieren su habitual dosis de “noticias”, que parecen no contribuir en nada a que sean mejores ciudadanos o a que tengan mejores sentimientos hacia sus vecinos.
Hace más de 25 años que trabajo en esta profesión. A veces parece más un medio de entretenimiento que de información. Sin embargo, la mayoría de las noches regreso a casa sintiéndome orgulloso del trabajo que he realizado y satisfecho de haber respondido a la necesidad del público de saber lo que está ocurriendo. Esto se debe a la perspectiva que tengo del mundo y a la manera en que describo lo que pasa en él, esto es, cómo veo a la humanidad y cómo decido interpretar los hechos.
¿Qué enfoque le da usted a las noticias?
He sido locutor y conductor de televisión la mayor parte de mi vida. Actualmente, tengo un programa de noticias, escribo comentarios y conduzco un programa de economía. El día para mí no comienza buscando en el resumen de noticias las historias que voy a utilizar en el noticiario, sino armonizando mi pensamiento para que cada decisión que tome sea filtrada por la lente espiritual. Permítame explicarle.
Desde niño asistí a la Escuela Dominical de la Christian Science.Ciencia y Salud, pág. 469. Me encantaban las historias que relataban que Jesús podía sanar todo tipo de problemas, desde desastres naturales hasta enfermedades crónicas. Aprendí que era el resultado de su manera de ver al mundo y a la humanidad, es decir, la perspectiva que tenía de ellos.
Para Jesús, el hombre no era un alma afligida propenso a enfermarse, sufrir accidentes y estar triste. Donde otros veían sufrimiento e injusticia, él sólo veía perfección. Él c no hacía ningún esfuerzo personal para ver las cosas de ese modo, sino que las veía así naturalmente. Él comprendía que nuestro verdadero ser no era mortal, sino la imagen y semejanza espiritual de Dios, que lo representa a Él completamente.
Ciencia y Salud define nuestro ser como así: “La Vida ni está en la materia ni procede de ella. Lo que se llama materia es desconocido para el Espíritu, el cual incluye en sí mismo toda sustancia y es Vida eterna”.Significa Ciencia Cristiana. Pronúnciese crischan sáiens.
Al estudiar la vida de Jesús y la Ciencia divina que lo gobernaba, aprendí que la muerte, la enfermedad e incluso el pecado son desconocidos para Dios. Si la vida y el ser de una persona provienen de Dios, entonces lo que Dios no conoce, tampoco puede formar parte real de la persona. Esto no se basa en una teoría, sino en las leyes espirituales que gobiernan todo, desde nuestra vida diaria hasta el universo entero.
Ésta es la perspectiva que yo afirmo diariamente cuando oro, mientras me preparo para el trabajo. Mientras organizo mis pensamientos ante la avalancha de noticias, veo que todas las ideas verdaderas que se expresan, van de Dios al hombre, no de una persona a otra. No veo a la humanidad como si fuera imperfecta y falible, sino noble y buena, y directamente vinculada al poder y la inteligencia de Dios.
Con este enfoque, puedo filtrar el torrente de noticias y llamadas telefónicas. No estoy buscando noticias que atraigan la curiosidad enfermiza — violencia, chismes — sino sucesos e ideas trascendentales y sustanciales que fomenten nuestras más elevadas inclinaciones.
Como estudiante de la Escuela Dominical, aprendí que la única razón de ser de la humanidad es la de expresar a Dios. Como Científico Cristiano, considero que mi propósito es informar cómo puede uno reconocer la presencia de Dios en el mundo.
Estoy ayudando a descubrir y corregir las creencias erróneas respecto a los sucesos locales y mundiales, y a elevar aún más el pensamiento humano. ¿Significa esto que simplemente ignoro las “malas noticias”, o que las noticias que escribo y presento son aburridas? De ninguna manera. El crimen y la violencia, por ejemplo, pueden ser noticias legítimas. Pero yo no estoy interesado en simplemente informar, por ejemplo, que hubo un tiroteo o un accidente automovilístico. Yo veo la noticia a través de la lente espiritual y busco elementos que puedan estar escondidos tras los titulares. ¿Hay una lección que podamos aprender, o el suceso ayuda al espectador a entender algo sobre el gobierno o la sociedad? Desde esta perspectiva, y utilizando una buena narrativa, trato de dar las noticias de forma tal que den inspiración, sean informativas y entretenidas cuando el tema lo permite.
También el espectador puede adoptar un punto de vista más elevado y ver las noticias sin dejarse impresionar por ellas. Ante todo, como espectadores debemos discernir las noticias, rechazando el mal gusto y el sensacionalismo, y aceptando sólo lo que es importante y sustancial.
¿Por qué leemos el periódico o vemos las noticias por la noche? Porque queremos estar enterados de lo que ocurre en nuestra ciudad y en el mundo. Pero ¿no hay un propósito más elevado? Mary Baker Eddy respondió a este punto al fundar The Christian Science Monitor. Erwin Canham, quien fuera por mucho tiempo redactor del Monitor, escribió que el enfoque de este diario consiste en tener “confianza en el bien” y contribuir a la regeneración de la humanidad. Más que decirle a la gente lo que está sucediendo, el buen periodismo explica qué significado tienen los sucesos, lo que, a su vez, ayuda a los espectadores o lectores de noticias a ser ciudadanos mejor informados.
De este modo, las noticias se convierten en una oportunidad constructiva, aun cuando el mundo parece estar lleno de hambruna, enfermedad y corrupción política. Si estos son los temas de las noticias, ¿debemos acaso aceptarlos como hechos definitivos? Si creo que las leyes de Dios lo gobiernan todo, entonces no puedo aceptar como definitivos los relatos basados en las falsas leyes de la naturaleza, el azar y la condición humana. Si la mente de Dios gobierna, y es la única Mente, entonces no puedo aceptar que el mundo avance sin rumbo, al capricho de infinidad de mentes personales en conflicto.
Resumiendo, si veo la realidad como Jesús la vio, entonces no puedo dejarme influir negativamente por lo que informan los medios. No tengo por qué sentirme deprimido ni angustiado. Entonces mi visión de los hechos y mi actitud pueden contribuir a encontrar soluciones a los males del mundo.
Es lo mismo para cualquiera que participe en las noticias: periodistas, espectadores, lectores, e incluso los protagonistas de ellas. Todo está en la perspectiva que se tenga. Si tu punto de vista se basa en un deseo de sanar y en una expectativa del bien, verás que no es necesario que la ciudad donde vives, ni aún el mundo entero, tengan que ser lugares tan medrosos.