Al final de la Segunda Guerra Mundial, Johanna Lehmann, vivía con su familia en Silesia cuando llegó el ejército soviético de ocupación. Durante ese período los soldados saqueaban los pueblos en los que entraban, disparaban a mansalva y violaban mujeres. Ella describe de qué manera oró para enfrentar esa amenaza.
Los Rusos llegaron con tanques. Interminables filas de tanques abrían fuego a diestra y siniestra en cada esquina, cubriendo toda el área como con una red.
Todos temblábamos de miedo. Entonces mi padre vio que dos oficiales del ejército se aproximaban a nuestra casa con sus pistolas desenfundadas y listas para disparar. Subieron los escalones del frente haciendo mucho ruido, y apenas entraron preguntaron: “¿Dónde mujer? ¿Dónde mujer?”
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