Yo oro para que todos — estadounidenses, afganos, Osama, y todos — sientan el amor de Dios, y que eso los haga dejar de pelear. A mí no me gusta que la gente muera. A mí no me gustan las bombas. Algún día, la gente sabrá lo que Dios quiere realmente que hagan. Todos deberíamos escuchar mejor a Dios.
Bombay, India
Padre Nuestro, gracias por tu amor eterno. Oramos por Tu paz infinita. Guíanos por la senda recta. Sostiene a todos los niños de todas partes en Tus brazos.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!