Noel, ¿dónde está Dios cuando te encuentras con alguien que tiene problemas?
Algunas personas saben que Dios siempre está presente y puede satisfacer todas nuestras necesidades. Pero algunos no se han dado cuenta de esto. En ciertas ocasiones, especialmente en una emergencia, la gente necesita que alguien se lo recuerde. Cuando alguien se siente muy deprimido, a menudo uso esta analogía: esa persona es como aquél que se muere de hambre y no se da cuenta de que lleva un pan bajo el brazo. El pan es la relación que esa persona tiene con Dios, y en la medida que desarrolla esa relación, se da cuenta de que siempre tiene todo lo que necesita.
¿Te refieres sólo a las personas que te piden ayuda?
No necesariamente. Pienso que uno debe responder cuando ve que alguien tiene algún problema. A lo largo de los años, he tenido muchas oportunidades de recordarle a la gente que Dios está presente, y a menudo, a personas que ni siquiera conocía.
Ambos vimos cómo el pulgar se movía y se colocaba en su lugar.
Recuerdo una mañana que estaba viajando en tren hacia Chicago. Iba sentado enfrente de una mujer que súbitamente tuvo un ataque de epilepsia. Todas las personas que se encontraban alrededor retrocedieron. Yo me incliné hacia ella y le hablé; estaba convencido de que Dios tenía el control de su vida. Le hablé del amor de Dios, y aunque ella no me contestaba, sabía que me oía, así que continué hablándole. Le dije que Dios la amaba porque ella era Su hija.
Unos minutos después, ella se tranquilizó y se recuperó. Me preguntó qué había hecho, y me dijo que generalmente le tomaba mucho tiempo recuperarse de sus ataques, mientras que éste le había durado sólo uno o dos minutos. Le di un libro que llevaba conmigo llamado La manera de vivir en la Christian Science, escrito por DeWitt John. Ella me dio las gracias y me dijo que lo leería.
Si bien nunca más la volví a ver, lo importante para mí es que ella obtuvo la ayuda que necesitaba en ese momento. Pienso que uno siente el impulso natural de querer ayudar a alguien que está en problemas. Sólo le dije que Dios estaba allí, precisamente en ese momento, y que no tenía nada que temer porque Dios era su verdadera Vida.
En una ocasión, un domingo por la mañana, salí de excursión con una de mis hijas, y dos adolescentes pasaron galopando, uno en silla de montar y el otro a pelo. De repente, el que montaba a pelo se resbaló bajo el caballo y éste lo pisoteó. Yo vi cómo era revolcado violentamente bajo las patas del caballo. Inmediatamente le pedí a otro de los papás que estaba con nosotros que se quedara con los niños mientras yo corría a ver al muchacho. Mientras corría, oré, reconociendo que Dios es la única Vida de todas las personas y que el joven no podía estar herido.
Cuando llegué, estaba inconsciente, y el otro adolescente estaba llorando. Yo apoyé su cabeza en mi mano y le hablé. Con un pañuelo le limpié la sangre de la cara, y le dije con voz firme que Dios estaba con él y que por esta razón no estaba herido.
De pronto, se sacudió y abrió los ojos, y preguntó qué había sucedido. Nuevamente le dije que Dios lo estaba cuidando y que él estaba bien. Entonces se puso de pie. Se había roto o dislocado un pulgar y le dolía mucho. Le rodeé el pulgar con mi mano y le repetí que no estaba herido porque Dios estaba ahí. Poco después, ambos vimos cómo el pulgar se movía y se colocaba en su lugar.
Él dijo: "La próxima vez, mejor no monto a pelo", y él y su amigo se fueron caminando, llevando los caballos de regreso al corral. Mi única intención fue la de responder a la emergencia y hacer saber a ese muchacho, de una manera práctica, que él vive en el universo de Dios. Me he dado cuenta de que en momentos de suma gravedad, la gente a menudo es más receptiva a los mensajes sobre Dios.
De modo que este muchacho sanó porque le dijiste que Dios estaba presente.
La idea es recordar que Dios es bueno y que Él lo creó todo. Por lo tanto, desde el punto de vista de Dios, no había pasado nada, es decir, no podía estar herido.
Una definición de sanar es "regresar a lo original". ¿Cuál es nuestro estado original? Nosotros provenimos de Dios; si Dios, que es Espíritu, es perfecto, entonces Su expresión, esto es, cada uno de nosotros como realmente somos, es perfecto. Así que cualquier situación puede ser resuelta cuando comprendes que Dios está contigo, sosteniéndote, porque eres Su expresión. Y parte de ser la expresión de Dios es estar siempre saludable y protegido.
En mi experiencia personal, he vivido momentos en los que pensaba que nunca vería la luz al final del túnel, no obstante, siempre encontré la luz. Aunque pienses que Dios no te escucha, Dios siempre lo hace, y satisface tus necesidades.
Una forma sencilla de orar es el simple deseo de conocer a Dios. Nunca abandones el deseo de sentir que Dios está contigo, y si pones atención, escucharás Sus mensajes en tu pensamiento; escucharás Sus ideas para saber qué decir o qué hacer. El Cristo, el poder sanador y salvador de Dios, siempre está presente; y es el medio por el que Dios habla a Su hijo.
Escuchar es otra forma de oración, y hay que escuchar la dirección de Dios, confiando en Él de todo corazón. He visto en mi vida que, aun en los momentos más difíciles, Dios siempre me da las ideas puras, las intuiciones correctas y los pensamientos sencillos que me ayudarán. Siempre que lo escucho, sé lo que debo hacer, y el resultado siempre ha sido la curación.
En los ejemplos que he relatado, simplemente les señalé a las personas la realidad de la omnipresencia de Dios. Las ayudé a ver que no importa cuál sea la situación, no tienen que temer porque pueden estar siempre conscientes de la presencia de Dios y de Su poder para ayudarlas.