El conflicto del Medio Oriente del cual hablaremos, estalló un jueves alrededor de las siete de la noche. La buena noticia es que terminó seis días después. El proceso de paz nunca apareció en los noticiarios o en la primera plana de los periódicos; pero, dado que el incidente es similar a muchos otros, tanto en su origen como en su resolución, puede ser muy útil analizar algunos detalles del mismo.
Un Grupo de 12 jóvenes, formado por estudiantes de enseñanza media superior, universitarios y también profesionales, se reúne para aprender sueco en una escuela nocturna de Berlín. El joven maestro, que es de Estocolmo, pide a los participantes que se presenten y digan brevemente por qué están tomando el curso. Los once participantes que somos de Berlín, hablamos con mayor o menor detalle sobre las razones que nos han llevado a tomar el curso. El último en hablar es Yourif; él es palestino, de la Franja de Gaza, y hace dos años que vive en Alemania. Habla alemán con muchos errores, y difícilmente se le entiende, además, no dice cuáles son los motivos por los que está tomando el curso.
En ese instante surge la tensión. Su apariencia y su manera de hablar no concuerdan con las del resto del grupo. Siento cómo el grupo se vuelve en contra de él, lo ignoran, a veces hacen comentarios hirientes y lo excluyen. La meta común de aprender sueco pasa a segundo término, y reina la división.
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