Conozco el libro Ciencia y Salud de toda la vida. Sin embargo, cuando era adolescente empecé a cuestionar lo que me habían enseñado en mi niñez porque era muy diferente de lo que pensaba el resto de la gente.
Cuando estaba en la escuela secundaria superior empecé a leer el libro de tapa a tapa. Hubo momentos en que devoraba todo lo que leía. También había pasajes que no me gustaban para nada. Entonces me enojaba, arrojaba el libro a un rincón, y por un tiempo no lo leía.
Me molestaba particularmente que la Sra. Eddy insistiera tanto en que la materia no tiene realidad porque sólo el Espíritu es real. Pasó el tiempo, y dejé de leer el libro.
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