Dos niños de Chile dan una lección dominical para los más pequeños
Es domingo por la mañana. Denise y Malcom se preparan rápido para asistir a la Escuela Dominical. Son hermanos: Denise tiene 8 años y Malcom 9. A ellos les encanta asistir a su clase y aprender que Dios es el Padre y Madre de todos. También aprenden lecciones de las aventuras que tuvieron los personajes de la Biblia. Quedan asombrados al aprender, por ejemplo, que el profeta Eliseo hizo flotar la cabeza de hierro de un hacha (Eso lo puedes ver en 2 Reyes 6).
—¿Qué es Dios? — pregunta la maestra.
—¡Dios es Espíritu! — contestan rápidamente los dos niños.
—¿Qué es el hombre?
—¡El hombre es la imagen y semejanza de Dios! — contesta inmediatamente Denise.
—!Dios está cuidando de todo! — dice Malcom.
—¿Para qué estamos aquí nosotros?
— Para expresar las cualidades que Dios nos ha dado — contesta Denise muy segura.
Entonces Malcom agrega: — Y oramos para ayudar al prójimo.
—¿Dónde está Dios?
— Dios está en todas partes; Él nos da las plantas, los árboles y las flores — contesta Denise.
—...la luz y el sol — agrega Malcom.
—¿Qué es para ustedes el cielo?
Se quedan pensando y Denise contesta: — El cielo es cuando estoy contenta, alegre.
— Cuando estoy feliz, sin enfermarme — Malcolm continúa la idea.
— Dios es Verdad — comenta Denise.
— Dios hace el bien para nosotros — dice Malcolm.
—¿Les gusta venir a la Escuela Dominical?
— Sí, porque nos hace ver las cosas buenas — responde Denise.
— Y nos hace corregir las cosas malas — afirma Malcom.
