Hace Muchos Años, asistía a un grupo religioso porque necesitaba, de alguna manera, calmar el miedo que siempre sentía, y que me hacía vivir sobresaltada y angustiada. Pero no encontré allí la paz interior que tanto ansiaba y dejé de asistir a sus reuniones.
Yo estaba bajo atención médica porque tenía un problema nervioso y tomaba calmantes, pero sin resultado alguno. Esto siguió así hasta que cambié de domicilio y conocí a una señora muy atenta que siempre estaba dispuesta a escuchar lo que me ocurría. Amablemente me dio para leer un Heraldo, y me invitó a una reunión de testimonios de los miércoles en su iglesia. Allí recibí mi primera sorpresa, al sentir el amor que reinaba en ese lugar. De esta manera conocí la Christian Science.
Pasado un tiempo tomé la decisión de comprar una Biblia y Ciencia y Salud. Con la ayuda de esta amiga fui aprendiendo a leer la Lección Bíblica Semanal, y más adelante, ávida por saber más, compré el Himnario de la Christian Science, además de otros artículos para leer. Los himnos me han sido siempre de gran ayuda, en especial el No 58 que comienza: "Padre, Tus amantes hijos hacia Ti gozosos van; saben bien que en Tu camino protección encontrarán".
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