Las Enseñanzas de Cristo Jesús y de Mary Baker Eddy me han ayudado mucho en mi vida. Me he sentido inspirado por las palabras del Maestro que leemos en el Evangelio según Mateo: "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán" (6:34). Y por lo que la Sra. Eddy dice en The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany: "No poseemos ni pasado, ni futuro, tan sólo poseemos el ahora" (pág. 12).
Yo también oré para que Dios me mostrara lo que tenía en casa.
Yo acostumbraba a pedir préstamos durante la temporada de siembra para poder plantar varios cultivos. Distribuía el dinero a diferentes granjeros. Pero, lamentablemente, ellos no me pagaban, y llegó el momento en que yo tampoco pude pagar esos préstamos.
Cuando comenzó esta temporada de siembra, decidí no sacar más préstamos, tampoco planearía un presupuesto, sino que viviría el hoy. Empecé a trabajar con lo que tenía y no pedí fondos prestados. También me di cuenta de que podía confiar en que el amor de Dios me guiaría. Él proporcionaría todo lo necesario.
Oré teniendo presente la historia de la Biblia sobre la viuda que se liberó de sus deudas respondiendo a la pregunta que le hizo el profeta Eliseo, "Declárame qué tienes en casa" (2 Reyes 4:2). Lo que esa viuda tenía en casa era una vasija de aceite. Ella definitivamente también tenía una confianza inamovible en Dios. Siguiendo las instrucciones del profeta, pidió vasijas prestadas y las llenó con el aceite que tenía. Ella confió y obedeció, y entonces sus limitados recursos y su temor dieron paso a la suficiencia de Dios. Ella llenó las otras vasijas, vendió el aceite, y pagó a sus acreedores. Esta historia me ayudó a superar mis problemas económicos.
Yo también oré para que Dios me mostrara lo que tenía en casa. Algunos granjeros me pidieron si les alquilaba mi tractor para arar y plantar. Les pregunté si me podían pagar por adelantado y me dijeron que sí. Cuando ellos terminaban su trabajo, siempre me quedaba combustible en el tractor para arar y plantar mis propios campos. Usé el dinero que sacaba de la renta de mi tractor para pagar las semillas y el fertilizante. Entonces pude cultivar una hectárea de frijoles, dos hectáreas de paprika y diez hectáreas de maíz. Y no tenía deudas.
La lglesia de Cristo Científico fue establecida para "conmemorar la palabra y las obras de nuestro Maestro" (Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy, pág. 17).
Yo he conmemorado de este modo la palabra y las obras de nuestro Maestro en mi vida.
Lusaka, Zambia
