En Ocasiones, cuando uno recurre a Dios en oración para sanar, puede que tenga la tentación de mirar el problema para ver si hay alguna mejoría. En el pasado, yo incluso tenía la costumbre de orar y verificar, verificar y orar, lo cual no sirve para nada.
Mirar la evidencia física constantemente en busca de algún signo de mejoría, es poner nuestra fe en la materia. Mientras que la curación cristiana es fruto de la fe en el Espíritu. Jesús enseñó: "El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida". Juan 6:63. El libro de texto de la Christian Science, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, también destaca la importancia de alejarse de la materia, cuando dice: "La consciencia construye un cuerpo mejor cuando la fe en la materia se ha vencido".Ciencia y Salud, pág.425.
El obtener una mejor comprensión de Dios ayuda a entender el poder que tiene el Espíritu sobre la materia. El Espíritu es el único creador del universo. Dios crea todo de Sí mismo, por tanto, Su creación es completamente espiritual; como dice el primer capítulo de la Biblia: "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera". Génesis 1:31. En la creación de Dios no hay ni un solo elemento material o destructivo, porque es perfecta, y nos incluye a todos. Como creaciones — ideas — del Espíritu, nosotros somos como nuestro Hacedor. La materia, por ser lo opuesto del Espíritu, no es la sustancia de nuestro ser, ni puede describir nuestra verdadera condición como hijos de Dios. Por eso, el estar mirando la materia para ver si ha mejorado, no revela nada sobre nuestro verdadero ser. En realidad, hace exactamente lo contrario: nos distrae de nuestra verdadera identidad. Como hijos e hijas del Espíritu, por naturaleza somos sanos en este mismo momento. Estas son las verdades espirituales a las que necesitamos dirigir nuestra mirada, en vez de revisar el estado de la materia.
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