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Perdí el empleo, no la ayuda de Dios

Del número de abril de 2002 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Generalmente los artistas representan a los ángeles con forma humana y alas emplumadas, volando a nuestro alrededor. Yo pinto cuadros, y aunque nunca he pintado ángeles, si tuviera que hacerlo, seguramente los representaría de esa forma. Si bien nunca he visto un ángel, me he sentido segura "bajo Su ala tutelar".Himnario de la Christian Science, N0 30. El Salmo 91 nos dice: "Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos". Salmo 91:11.

En Ciencia y Salud Mary Baker Eddy define a los ángeles de esta forma: "Pensamientos de Dios que vienen al hombre; intuiciones espirituales, puras y perfectas; la inspiración de la bondad, de la pureza y de la inmortalidad, que contrarresta todo mal, toda sensualidad y toda mortalidad".Ciencia y Salud, pág. 581. A menudo siento el consuelo de saber que los ángeles están cerca de mí, protegiéndome, guiándome y ayudándome durante los momentos difíciles de mi vida.

A fines de los años 70, perdí un empleo en el que había trabajado durante 17 años. La empresa cerró las oficinas que tenía en Nueva York, y me propusieron trasladarme a la sede central, en Akron, Ohio, pero no acepté. Acordaron pagarme tres meses de indemnización, y me puse a buscar otro empleo. Yo tenía más de 50 años y era soltera, y pagaba un alquiler muy alto por mi apartamento en la ciudad de Nueva York, por lo que recurrí a Dios en busca de guía.

Siempre había dado lo mejor de mí a la empresa y hasta había hecho más de lo que me correspondía, a fin de ayudar a otros. De modo que no tenía dudas ni temores acerca de mi futuro. Las pruebas del cuidado de Dios que había tenido en el pasado me daban la certeza de que Su amor me iba a ayudar a enfrentar todas las dificultades que pudieran presentarse al no recibir el sueldo al que estaba acostumbrada. Me sentía libre para trabajar para Dios. Él me amaba y satisfaría mi necesidad.

A veces utilizamos la oración sólo como último recurso, y no nos acordamos de orar cuando las cosas están bien. La Sra. Eddy hace esta observación: "Las pruebas son señales del cuidado de Dios". lbid, pág. 66. Durante su vida, esta mujer tuvo su buena dosis de pruebas, pero se sobrepuso a todas ellas, y escribió lo que aprendió en Ciencia y Salud.

Desde que perdí el empleo, oro cada día en busca de dirección divina. Al leer Ciencia y Salud y la Lección Bíblica Semanal, he recibido "pensamientos angelicales" que jamás han dejado de guiarme.

Los logros que he alcanzado en los últimos 25 años, desde que perdí aquel tradicional empleo "de 8 horas" han sido extraordinarios. He probado que las buenas obras, en beneficio de todos, con la ayuda y la guía de Dios, multiplican el bien en nuestra vida.

Durante todos estos años he tenido muchas pruebas del cuidado de Dios. En una ocasión, más o menos un mes después de Navidad, tomé unas fotos de mis cuadros, las coloqué en pequeñas tarjetas y luego fui a la oficina de correos a enviárselas a una persona que quería comprarlas. De regreso vi una galería de arte que no había visto antes, cerca de mi casa, y sentí la intuición de entrar. Ya adentro, me atendió un caballero que quiso saber si yo estaba buscando algo en particular y luego me preguntó: "¿Es usted pintora?" Le dije que sí, y entonces quiso ver lo que tenía para ofrecerle. Le mostré las fotos de los cuadros y gustaron. Fue como si nos conociéramos de toda la vida. Fui a mi casa y le llevé algunos cuadros que había pintado hacía ya largo tiempo. Aquel hombre quedó encantado con ellos y los puso en exhibición en la ventana. A partir de entonces he podido vender mis propias obras.

Dios siempre ha satisfecho mi necesidad. Creo que cada uno de nosotros debe pedirle ayuda a Dios y saber que el bien está en camino; y luego seguir progresando, dando gracias.

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