En Una Época llegué a sentir que ya había hecho todo lo que tenía que hacer en la vida y que, siendo ya mayor por mi edad, era tarde para comenzar algo nuevo o concretar lo que siempre había deseado realizar. Había aceptado que mi existencia estaba llegando a su punto final.
Como este pensamiento me perturbaba continuamente decidí recurrir a Dios en oración para lograr calmar mis temores. Un pasaje de Ciencia y Salud me llenó de esperanza: “La Vida no tiene comienzo ni fin. La eternidad, no el tiempo, expresa la idea de la Vida, y el tiempo no es parte de la eternidad”.Ciencia y Salud, pág. 468.
La edad no es impedimento para estudiar.
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