Hace aproximadamente seis meses tuve una curación durante un servicio religioso en mi iglesia filial de Cristo, Científico. Ese domingo estuve con deseos de no asistir ya que tenía un dolor muy fuerte que casi me impedía caminar. Pero de pronto fui animada por la gratitud que siento por la Lección-Sermón. Ocurrió que cuando escuché las citas de la Biblia que leía el Segundo Lector, el impedimento y el dolor que tenía en la cintura desaparecieron. Cuando salí de ese servicio me sentí libre.
Bogotá, Colombia
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!