Annalena Tonelli, una médica italiana de 60 años de edad, se le concedió el Premio Nansen para los Refugiados. Hace más de treinta años que se dedica a ayudar a la población somalí, especialmente a los refugiados.
Aparte de su labor comunitaria, también ha recabado fondos para organizar centros de salud y un colegio para sordos.
Annalena lleva una vida muy sencilla y modesta, y a lo largo de todos estos años ha conservado su manera independiente de trabajar evitando unirse a ninguna organización, ya que, tal como ella lo expresa, su vida es "puro gozo".
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