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La curación metafisica

La presencia del bien trae libertad

Del número de junio de 2004 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


sanador y maestro de la Christian Science de Dallas, Texas, Estados Unidos, sentía que faltaba algo en su vida, por lo que vendió su exitoso negocio de diseño de muebles en Vancouver, Columbia Británica, Canadá. Hill deseaba conocer mejor a Dios, y por más de 30 años ha dedicado su vida al bienestar de los demás de muchas maneras, entre ellas sanando a la gente por medio de la oración.

Hill comenzó a anunciar su práctica de curación profesional en el The Christian Science Journal en 1975, y recibió su capacitación como maestro de la Christian Science en 1982. Después de dar conferencias sobre la curación espiritual de 1988 a 1994, integró por casi cuatro años la Junta Directiva de la Christian Science. Hace poco, aceptó el cargo de Comité de Publicación de la Christian Science para el Estado de Texas.

Hill no tiene mucho tiempo libre Durante el día, que a menudo comienza a las cinco de la mañana y se extiende hasta las diez de la noche, y que durante las siete horas restantes a veces recibe llamadas de gente pidiendo ayuda. Pero cuando dispone de tiempo, le gusta ir al cine con su esposa, cuidar de su jardín, y pasear a Jeb, su perro Jack Russell Terrier. Para colaborar con su comunidad también se desempeña como director de Thanks-Giving Square Foundation — The Center for World Thanks-giving (Centro que promueve la Acción de Gracias a nivel mundial).

Durante una conversación sobre la curación espiritual con Jeffrey Hildner, del Journal, Hill expresó que el deseo de conocer mejor a Dios puede ayudar a la gente a encontrar una vida más satisfactoria, útil y beneficiosa para los demás de lo que nunca llegarían a imaginarse. He aquí un fragmento de esa conversación.

En su reciente artículo publicado en el Journal, usted dijo que la "confianza y la gratitud son dos factores clave en la curación". Hill, "Science and Christianity — a healing connection" (La Ciencia y el Cristianismo: una conexión que sana), Journal, Febrero de 2004, pág. 13. ¿Podría ampliar más este concepto? ¿Qué es lo que hace que estas cualidades sean tan importantes?

Es que abren el pensamiento a las cosas buenas. O sea, abren el pensamiento a Dios. El bien es Dios, y es una realidad de la existencia que se destaca nítidamente en la Biblia. Mary Baker Eddy también lo vio claramente y escribió sobre esto en su libro Ciencia y Salud. Ella dice en esa obra: "En la lengua sajona, como en otras veinte lenguas, el término bien se usa para denominar a Dios".Ciencia y Salud, pág. 286. De manera que, abrir el pensamiento a estas cualidades buenas y divinas, confiar en el poder de Dios, el bien y estar agradecido por Su presencia, hace naturalmente al pensamiento receptivo a una infinita variedad de otras buenas cualidades.

Es como lo que sucede cuando uno aprende aritmética y finalmente entiende el principio que gobierna la multiplicación. Uno se encuentra naturalmente más a gusto en el infinito mundo de los números y más capacitado para experimentar los beneficios prácticos de la multiplicación y de otros principios que gobiernan a los números.

De modo que cuanto más agradecidos estamos, tanto más perceptivo se vuelve el pensamiento al bien en otras formas, y lo experimentamos más de maneras prácticas, como es la resolución de situaciones problemática, ya sean emocionales, financieras, físicas, o cualquier clase de limitación.

Un ejemplo práctico de esto se encuentra en la historia bíblica acerca de los cinco panes y los dos peces que Jesús repartió entre más de cinco mil personas. Véase Lucas 9:12-17. Sus doce discípulos miraron los panes y los peces y dijeron que no eran suficientes; pero ellos contemplaban la situación desde un punto de vista material. Ellos veían falta de provisión, carencia de bien. Jesús en cambio, la veía desde un punto de vista diferente, desde una perspectiva espiritual. Él vio la idea de los panes y los peces, y estos representaban provisión, abundancia, lo necesario; todas buenas ideas. Y, por supuesto, las mismas son ilimitadas, siempre presentes, aquí mismo. Jesús percibió esto tan claramente que después que todos hubieron comido, sobraron 12 canastas de alimentos.

La realidad existe más allá de la percepción física.

Para mí, esa fue una expresión de confianza y gratitud: la gratitud de Jesús por la presencia ilimitada del bien; su confianza en el poder del bien — el poder de Dios, el poder del Amor divino — que se manifiesta en la vida diaria de una manera tangible. Esa confianza y gratitud es lo que capacita a todos para que experimenten la verdad de la que Ciencia y Salud habla: "El Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana".Ciencia y Salud, pág. 494.

Así que usted está diciendo que la realidad es mental, que vivimos en un reino de ideas — accesibles aquí y ahora mismo, prácticas y buenas — ideas eternas que nacen de las profundidades del infinito. Cuando nos ponemos en "sintonía" con ellas, ¿ocurre naturalmente la curación y solución a nuestros problemas?

Sí, el pensamiento es el campo de acción de la vida y, por lo tanto, de la curación. Es allí donde se encuentra la respuesta a todo desafío, y es lo que significa la práctica de la Christian Science. Esto implica pensar, ver las ideas verdaderas que constituyen la realidad; percibir su poder — el poder de la Verdad (otro nombre para Dios), el de las leyes divinas y científicas de la existencia — para liberarnos del dolor, el miedo, la carencia, la enfermedad.

Mary Baker Eddy lo describió de la siguiente manera: "La Ciencia divina, superando las teorías físicas, excluye la materia, resuelve cosas en pensamientos y reemplaza los objetos del sentido material con ideas espirituales". ibíd, pág. 123. El resultado de ver la Vida a través del cristal de la Ciencia divina es siempre bueno.

Esa cita explica muy bien lo que hizo Jesús con esos panes y peces, y nos ayuda a cambiar nuestra interpretación del relato, de una categoría de milagro a una de principio científico.

Así es, dependiendo de cómo definimos la palabra milagro. Ciencia y Salud manifiesta que un milagro es algo "divinamente natural pero que tiene que llegar a comprenderse humanamente...", ibíd, pág. 591. "un milagro cumple con la ley de Dios..." ibíd., pág.134.

Yo le digo a mis pacientes: "Necesitamos tener la certeza de contar con un milagro". Es decir, les quiero decir que, desde un punto de vista humano, precisamos tener la certeza de que vamos a ver y sentir algo que está fuera de los límites convencionales de las posibilidades, algo que no existe en conformidad con la ley material sino con la realidad espiritual. En otras palabras, necesitamos tener la certeza de que la presencia de Dios, completa y maravillosa, la bondad total, se ha de manifestar en nuestra vida.

Ésa es la razón por la cual, como practicista, no creo en milagros. !Yo cuento con ellos!

Es obvio que esta clase de enfoque, no abarca solamente la manera de solucionar una dificultad que alguien esté experimentando en un determinado momento. Es una nueva norma de vida, ¿no es así? Usted sugiere que la curación espiritual tiene lugar dentro de un marco conceptual más amplio, que está delineado por un hecho fundamental: la realidad existe más allá de la percepción física.

Correcto, y se percibe cuando utilizamos el sentido espiritual para evaluar las cosas, en lugar de los cinco sentidos materiales. Si uno recurre a la materia en busca de respuestas, en vez de acudir al Espíritu (otro nombre para Dios), se encontrará en un callejón sin salida. Pero si recurrimos al Espíritu para encontrar las respuestas — para alcanzar una clara visión de cómo son las cosas realmente — encontramos salud y bienestar.

Para mí, el sentido espiritual significa usar las facultades espirituales que Dios nos ha dado, para resolver las cosas materiales en pensamientos, tal como lo hacía Jesús y como lo enseñó a sus discípulos. El sentido espiritual nos capacita para ver más allá de la situación material y discernir lo que es verdadero, o sea, que la vida está regida, controlada y sostenida por el Principio divino. Nos proporciona la facultad de sentir que el Amor es real y omnipotente y que todo está bien; y cuando sentimos y vemos esto, el temor cede ante la confianza y la gratitud. Los hechos y circunstancias de cada día, ya sean económicos, emocionales o físicos, mejoran naturalmente. Eso es lo que descubrió Mary Baker Eddy. Ella aprendió que "ese sentido espiritual fue un pronto auxilio" ibíd, pág.351. en su vida, y escribió Ciencia y Salud para difundir la noticia de que eso verdad para todos. El sentido espiritual transforma la experiencia y trae curación y soluciones a los problemas.

Quizá sea pertinente mencionar esta frase de Ciencia y Salud para aclarar este punto: "Para el sanador según la Ciencia Cristiana, la enfermedad es un sueño del cual es necesario despertar al paciente". ibíd, pág. 417. Hablemos de lo que esto significa. El sentido espiritual es la clave, ¿no es así?

Sí, y encuentro que la analogía del sueño es muy útil. La Sra. Eddy también escribió lo siguiente: "La existencia mortal es un sueño de dolor y placer en la materia, un sueño de pecado, enfermedad y muerte; y es como el sueño que tenemos cuando dormimos, en el cual cada uno reconoce que su condición es enteramente un estado mental. En el sueño despierto como en el dormido, el soñador piensa que su cuerpo es material y que el sufrimiento está en ese cuerpo". ibíd, pág. 188.

Digamos que, durante un sueño, usted está conduciendo un automóvil con algunos amigos. Se estrella contra un poste de teléfono y arruina totalmente el automóvil. Usted y sus amigos están heridos. Se oyen las sirenas. Hay policías y gente por todas partes. Sus cinco sentidos se agudizan al máximo. Usted está convencido de que hay vida y sensación en la materia. La imagen es muy real. Si viniera alguien en el sueño y dijera: "Esto es sólo un sueño, las cosas no son como parecen", usted simplemente no le creería.

Pero cuando despierta de ese sueño, se da cuenta de dos cosas: Una es que, lo que le pasó en ese sueño realmente nunca sucedió. Nunca estuvo en ese automóvil; jamás hubo un accidente en realidad. Fue una ilusión. Y la segunda cosa de la que se daría cuenta es que todo tuvo lugar en su pensamiento — usted siempre estuvo en la cama, en su hogar, profundamente dormido.

Los cinco sentidos materiales estaban mintiendo durante ese sueño.

Por cierto que sí. Y en el sueño "despierto" ocurre exactamente lo mismo. Los sentidos materiales son fraudulentos, mienten, y engañan en el sueño "dormido", y lo mismo hacen en el sueño "despierto". La curación se produce al despertar de ese sueño y darse cuenta de lo que realmente está pasando.

Y lo que verdaderamente está sucediendo es que Dios, que también puede ser llamado Mente infinita, es quien piensa. Se podría decir que la Mente piensa, y usted, yo y todos, somos los pensamientos, las ideas concebidas por esta Mente, grandiosas y perfectas. Y somos la exacta semejanza de nuestro origen, puramente espirituales. No mortales sino inmortales. No somos carne, sino ideas. Cuando claramente vemos esto en los demás, trae curación. Así es como Jesús sanó a los lisiados, a los ciegos y a los enfermos. Ciencia y Salud lo expresa de esta forma: "Jesús veía en la Ciencia al hombre perfecto, que aparecía a él donde el hombre mortal y pecador aparece a los mortales. En ese hombre perfecto el Salvador veía la semejanza misma de Dios, y esa manera correcta de ver al hombre sanaba a los enfermos". ibíd, pág. 476.

Del mismo modo, yo reemplazo la forma de ver a mis pacientes como los representan los cinco sentidos materiales, por la visión correcta definida por el sentido espiritual. Los veo, y les ayudo a verse a sí mismos, como realmente son: espirituales, inmortales, sin edad, ni peso, ni género, color, etc., y enteramente separados "de la creencia y del sueño de la existencia material...", ibíd, pág. 14. como lo expresó Mary B. Eddy. Y he visto una y otra vez que esa manera correcta de ver a los demás, sana.

"Y conoceréis la verdad..."

"...y la verdad os hará libres". Juan 8:32. Sí, como dijo Jesús, el mejor sanador de la historia del mundo. Lo que eso significa para mí, es que todos podemos tener control de nuestras vidas. Cada uno puede experimentar libertad porque todos tenemos la habilidad de percibir y entender lo que es verdadero.

Todo se reduce a lo que está en realidad pasando en oposición a lo que parece o aparenta estar sucediendo. La Sra. Eddy nos dio lo que ella llamó "la declaración científica del ser". Comienza así: "No hay vida, verdad, inteligencia ni sustancia en la materia. Todo es Mente infinita y su manifestación infinita..."Ciencia y Salud, pág. 468.

Esto es un concepto radical pero verdadero, comprobable, y es la base del tratamiento en la Christian Science. El hecho fundamental es que la materia no tiene poder. Lo único que tiene poder, sustancia, realidad, es el Espíritu. El Espíritu es todo lo que realmente existe, y es imposible efectuar la curación sin estar absolutamente firme y convencido de esto. Esto es lo que nos despierta del sueño que dice que todas las cosas andan mal, y nos capacita para percibir la presencia de Dios — la presencia del bien. Y esto trae libertad.

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