Me encantaba el ráquetbol y lo jugaba cuatro o cinco veces por semana. Yo era competitivo y tenía grandes deseos de ganar. Sin embargo, durante un período de tiempo el codo se inflamó, me dolía mucho y todo mi brazo se debilitó gravemente. Como consecuencia, era doloroso jugar y difícil ser competitivo. Mis amigos en el vestuario me daban muchos consejos, a menudo contradictorios.
Después de un tiempo, me di cuenta de que estaba tratando lo que parecía ser el “codo de tenista” como un problema estrictamente físico. Como estudiante de la Biblia y las enseñanzas de la Ciencia Cristiana, sabía que lo que parece ser físico no es la realidad, y presté atención para ver el hecho espiritual, más allá de lo físico. Mary Baker Eddy, la Descubridora de la Ciencia Cristiana, lo explica así en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras: “La metafísica resuelve las cosas en pensamientos, y cambia los objetos del sentido por las ideas del Alma.
“Estas ideas son perfectamente reales y tangibles para la consciencia espiritual, y tienen esta ventaja sobre los objetos y pensamientos del sentido material: son buenas y eternas” (pág. 269).
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