No me gustaba el juego que los chicos de mi clase jugaban durante el recreo, porque trataban de agarrar a las chicas, y “encerrarnos”. Pero no sabía cuáles eran las palabras correctas que debía usar para detenerlos, porque acabábamos de mudarnos al área de habla francesa de Suiza, y todavía no hablaba francés. Traté de proteger a mi hermana de esos chicos cuando nos perseguían. Yo tenía miedo, así que se lo dije a un maestro durante el recreo.
Mi mamá estaba orando por esto junto con mi hermana y conmigo. Orar significa pedir ayuda a Dios, y agradecer a Dios por ayudarnos. Orar significa que estás escuchando a Dios. Dios es tu amigo. Oramos juntas reconociendo cuál era la verdad acerca de los chicos de mi clase, por la forma en que Dios los hizo. Por ejemplo, ellos son los hijos perfectos de Dios, y son el reflejo de Dios, así que tienen que ser buenos y afectuosos, porque Dios es bueno y afectuoso. Le pedimos a Dios que nos ayudara a ver esto acerca de los chicos.
Orar de esta manera me ayudó a saber qué cosas correctas tengo que hacer en cada oportunidad. Por ejemplo, una vez les dije a los maestros a cargo durante el recreo que los chicos me estaban molestando. Oraba en la escuela cuando me sentía asustada.
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